No se habla de prohibiciones ni de obligaciones. El Gobierno Vasco insta a la población a realizar un "uso dinámico" de las playas y pantanos.

¿A qué se refiere al hablar de uso dinámico? Básicamente a no acudir a los arenales con ánimo de permanecer en los mismos durante horas sobre una toalla, sino disfrutarlos con paseos, baños o actividades acuáticas.

Cuando se pasea, recuerda el Departamento de Salud, en el caso de no poderse respetar la distancia de dos metros, se deberá utilizar la mascarilla.

La invitación del Gobierno Vasco cobra más importancia si se toma en cuenta el anuncio de altas temperaturas para hoy y mañana. Si durante los días previos, pese a ser laborables, las playas han mostrado en algunos momentos un aspecto poco aconsejable cuando todavía falta mucho para decir adiós al COVID-19, en el primer fin de semana festivo con luz verde para su disfrute la situación puede complicarse aún más.

El mensaje reiterado desde el Departamento de Salud vuelve a ser el de la responsabilidad colectiva. Según señalaron ayer los responsables de la Consejería, sigue siendo necesario subrayar la importancia vital de la adopción de medidas preventivas, como el distanciamiento social y el uso de mascarillas, más cuando en algunos países se han observado rebrotes de la enfermedad.

Los arenales no son territorios libres de normas en este sentido, aunque está en manos de los ciudadanos respetarlas a rajatabla y seguir las pautas que marquen los ayuntamientos, algunos de los cuales han pedido que no se acuda a la playa con marea alta.

La imágenes de la zona de baño y la arena a rebosar de gente, en algunos casos sin respetar la distancia, se han hecho virales y han provocado que en los despachos consistoriales se encienda la luz de alarma.

En Zarautz, tras la reunión del gabinete de crisis celebrado ayer, encuentro que se instauró desde el inicio del estado de alarma, se acordó avanzar en la vigilancia de los arenales.

"El Ayuntamiento y la Guardia Municipal van a estar especialmente vigilantes", informaron desde el Consistorio de la villa costera, que quiso volver a apelar a la responsabilidad de los zarauztarras para hacer un uso racional de la playa.

Hasta el 15 de junio, recuerdan desde el Consistorio de Zarautz, no habrá servicio de vigilancia. Este recordatorio resulta necesario si se toma en cuenta que los surfistas han tenido que ayudar a rescatar a algunos bañistas. Además, a partir del 1 de julio, con la entrada en vigor de la temporada oficial de playas, en Zarautz se procederá a dividir en siete zonas la playa para adaptarse a la situación derivada por el coronavirus y habrá un control de aforos, "uno a uno", a través de contadores.

El alcalde de Deba, Gilen García, anunció ayer que el Ayuntamiento hará uso de todos los recursos que tenga a su alcance para que se garantice la salud de los ciudadanos en las playas. Pero, añadió, considerando que dicho recursos no son ilimitados, en el caso de que el número de personas que lleguen al municipio para disfrutar de sus playas sea muy elevado, la Diputación Foral de Gipuzkoa y el Gobierno Vasco deberían ocuparse de poner en manos del Consistorio las herramientas necesarias.

"Queremos hacer bien las cosas y nos preocupa la salud de las personas, queremos cuidarlas", apuntó García, que señaló, a la espera de lo que ocurra el fin de semana, que hasta la fecha no se han dado "aglomeraciones" en las playas.

"Nosotros queremos que la gente disfrute de los recursos naturales de Deba. Los debarras lo merecen, pero también son bienvenidos quienes llegan de fuera del municipio. Pero siempre tenemos que garantizar que todo discurre en las adecuadas condiciones en materia de salud", añadió el primer edil.

García hizo también referencia al uso del transporte público para llegar al municipio, después de que se hicieran públicas las imágenes de trenes llenos de viajeros. A este respecto instó al Gobierno Vasco y a Euskotren a que activen los mecanismos necesarios para que los usuarios viajen en condiciones.

En Hondarribia, por su parte, se ha acotado parte del aparcamiento, pero no se prevén excesivos problemas al tratarse de una playa grande.

RASTREO DE CASOS El director de Salud Pública del Gobierno Vasco, Juanjo Aurrekoetxea, recordó ayer que el coronavirus sigue latente y "todavía se pueden producir contagios", de ahí la importancia de evitar aglomeraciones porque, añadió, de darse un contagio en un espacio público como es la playa el rastreo de contactos resultaría "imposible de abordar."

Para contribuir a que se haga un uso adecuado de las playas, el Departamento de Salud ha editado una guía que pretende facilitar a las instituciones responsables de la gestión de los arenales la elaboración de planes de contingencia que contribuyan a minimiza el riesgo de transmisión del COVID. Dicha guía incluye recomendaciones sobre las formas de controlar los aforos y el acceso a las playas, para las que se propone estancias más cortas o la adopción de medidas restrictivas durante la pleamar.

Según recordó el Departamento de Salud, la principal vía de transmisión del COVID-19 en playas y pantanos es a través de secreciones respiratorias generadas por la tos, los estornudos y el contacto persona a persona. La infección por contacto con el agua en condiciones normales de baño se ha considerado poco probable. Por ello, el consejo más efectivo, también en las playas, es mantener la denominada distancia social y hacer uso de la mascarilla en los paseos.

MEGAFONÍA EN LA CONCHA

En Donostia, desde ayer ha comenzado a funcionar un sistema de avisos especiales por megafonía en la playa de La Concha. Según informó la edil de Espacios Públicos, Marisol Garmendia, este sistema recordará que no se puede acceder a la playa dos horas antes y después de cada pleamar, recomendando también que se mantenga la distancia de dos metros entre personas.

Garmendia señaló que con esta medida "se trata de informar y recordar a la ciudadanía que la emergencia sanitaria sigue en vigor y que es necesario atender los requerimientos establecidos, especialmente en La Concha, evitando de este modo situaciones como las vividas estos días y que han dado una imagen nada deseable de la ciudad".

La edil de Espacios de Públicos destacó la labor de la Guardia Municipal y subrayó que su presencia hizo posible que el jueves la playa de La Concha fuera "vaciándose sin problemas".

"Nosotros tenemos que ser conscientes de la situación, no es posible poner un policía pegado a cada usuario de la playa", apuntó Garmedia.

Según señaló la concejala donostiarra, "el sábado y domingo, aunque puede que en algún momento el tiempo no acompañe, es más que probable que mucha gente quiera ir a la playa". Si así ocurre, incidió, la recomendación es que los bañistas acudan por la tarde ya que habrá bajamar o, en el caso de que coincida con pleamar, hagan uso de otras playas, como Ondarreta o Zurriola.

En estas dos playas, al igual que en la de La Concha, el lunes entrará en vigor la prohibición de bajar a la arena con perros u otras mascotas.