Proyecto Hombre Navarra atendió durante el año pasado a un total de 408 personas -200 de ellas de nuevo ingreso- de las que 130 presentaban problemas con la cocaína y otras 122 con el alcohol, siendo estas las principales sustancias motivadoras de demanda de tratamiento. Asimismo, la Fundación alertó de que se han duplicado las atenciones a personas que referían la adicción al juego como principal problema, una situación que afecta al 7,9% de los usuarios, pasando de unos 17 en 2019 a cerca de 35 en 2020. Además, es destacable que el número de hombres que demandan ayuda por problemas con el juego es el doble que el de mujeres.

Así lo dieron a conocer ayer en rueda de prensa José Antonio Arrieta Garnica, presidente de la Fundación Proyecto Hombre Navarra, Alfonso Arana Marquina, director de la entidad, Cristina Illescas Orduña, directora técnica, y Elena Ugarte Páez, directora del programa de Comunidad Terapéutica, quienes indicaron que estos datos se refieren a la sustancia principal de consumo referida por las propias personas demandantes de tratamiento.

Sin embargo, cuando se evalúa el problema al detalle, explicó Ugarte, se observa en tres de cada cuatro personas atendidas un consumo simultáneo de varias sustancias, siendo el alcohol y el cannabis, por este orden, las sustancias que más comúnmente acompañan a la sustancia motivo de la demanda.

menos ingresos por la pandemia De las 200 nuevas admisiones a tratamiento registradas por la entidad en 2020, 65 admisiones -el 32,5%- fueron en el Programa de Comunidad terapéutica Proyecto Hombre de internamiento, y las otras 135 -el 67,5%- en el Centro Ambulatorio Aldatu. Así, del total de las 408 personas en terapia 134 fueron tratadas en la Comunidad terapéutica y las otras 274 en Aldatu.

Además, el pasado año recibieron el alta 109 usuarios, lo cual representa un 4,8% más que el año anterior -cinco personas más-.

Hay que tener en cuenta, apuntó el director de la entidad, que debido a la irrupción de la pandemia y al decreto de confinamiento no se pudieron realizar nuevos ingresos en los programas durante dos meses, motivo por el cual se ha producido un descenso del 7,3% respecto al año anterior. Sin embargo, “a pesar de las dificultades hemos conseguido mantener un alto nivel de ocupación, fruto del esfuerzo, de nuestra capacidad de adaptación, y de los apoyos recibidos por parte de personas y entidades colaboradoras”, valoró Arana.

Así, desde el inicio de la crisis sanitaria “entendimos que debíamos continuar atendiendo a todas las personas usuarias de nuestros recursos, y que nuestra mejor contribución social a la prevención de la expansión del virus era mantener nuestra comunidad terapéutica abierta y favorecer el confinamiento de las personas ingresadas en este centro residencial”, comentó el director. El resultado fue de “cero contagios” y “cero abandonos” en este recurso de internamiento durante el confinamiento, “superando ampliamente nuestras mejores expectativas”, añadió.

Por su parte, ofrecieron atención telemática a la totalidad de los usuarios tratados en el centro Aldatu, logrando la permanencia en el programa del 93,3% de las personas atendidas.

Ahora, con el paso de los meses y la mejora de la situación epidemiológica, Proyecto Hombre Navarra ha recuperado la atención presencial, tanto individual como grupal, al tiempo que han seguido ofreciendo atención telemática en los casos requeridos.

La Comunidad Terapéutica. La Comunidad Terapéutica, en Estella, esta destinada a personas que por su situación personal y social y/o por las características de su adicción necesitan abandonar por su entorno habitual y seguir un tratamiento residencial. Cuenta con una capacidad de 46 plazas.

Aldatu. El centro de atención ambulatoria Aldatu, en Pamplona, para personas que durante su tratamiento pueden compaginar sus actividades cotidianas con la participación en un tratamiento de deshabituación, mediante entrevistas individuales y participación en grupos. Cuenta con 140 plazas.

Centro penitenciario. Proyecto Hombre también ofrece un servicio de atención individual en la prisión de Pamplona mediante entrevistas a reclusos con el fin de promover y facilitar su acceso a sus tratamientos como medida alternativa al cumplimiento de su condena en la prisión. Han atendido a 49 personas en 2020, el mismo número que el año anterior.

Inserción sociolaboral. Tiene por fin facilitar la inserción laboral de personas desempleadas en tratamiento mediante acciones de acompañamiento y formación. En 2020 este servicio ha realizado 80 evaluaciones sociolaborales y se han diseñado 45 itinerarios personalizados, obteniéndose un total de 21 inserciones laborales.

Intervención en el ámbito laboral. Un año más la fundación ha logrado contribuir a la prevención del consumo de drogas en el ámbito laboral, y a un abordaje adecuado de las personas trabajadoras con consumos de drogas que presentan problemas en el trabajo. La crisis sanitaria ha reducido de forma significativa el volumen de actividad de este programa. No obstante, han participado de forma directa un total de 13 empresas o entidades. En 2020 se han producido asimismo dos derivaciones de trabajadores a los programas de Proyecto Hombre fruto de los acuerdos y procedimientos desarrollados en sus planes de actuación frente al consumo de alcohol y/u otras drogas.