Para llevar una vida sana, tenemos que cuidar muchos aspectos del día a día y llevar un orden que nos mantenga en equilibrio. A todo ello ayuda esencialmente la fisioterapia, enseñando también cómo cuidarnos para mejorar en movimiento y armonía; en definitiva, a tener una vida más saludable.

Nuestra vida es un continuo movimiento que no podemos parar, con sus situaciones y circunstancias personales ahora trastocadas además con la pandemia. Por ello te invitamos a regalar Fisioterapia, porque es regalar alivio, equilibrio y salud.

FISIOTERAPIA, IMPRESCINDIBLE EN TIEMPOS COVID

Como todo el personal sanitario, los fisioterapeutas hemos contribuido (y seguimos haciéndolo) en el cuidado y la recuperación temprana de los pacientes COVID-19, especialmente en aquellos ingresados en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), con técnicas para mejorar posturas, la movilidad y la capacidad respiratoria, reduciendo en la mayoría de los casos el tiempo de ingreso.

Según los últimos estudios contrastados, contar con un fisioterapeuta en UCI ahorra, como media, hasta dos días de estancia con un costo aproximado de 2.000 €/día por cama. Por lo tanto, la fisioterapia acorta los plazos de recuperación y reduce costes del sistema sanitario.

Nuestro propósito como fisioterapeutas no es otro que contribuir positivamente a mejorar la salud de las personas. Proporcionar alivio ante el dolor, ayudar a recuperar la movilidad, es dar salud, es dar más vida y la vida es un auténtico regalo. Porque donde hay movimiento hay vida y eso lo sabemos muy bien todos y todas las fisioterapeutas.

Otra patología que tiene cada día más relevancia por su incidencia es el cáncer, concretamente el cáncer de mama, frente al que la detección precoz, unida a los nuevos tratamientos, ha aumentado la esperanza de vida de las personas afectadas, pero también es imprescindible garantizar su calidad de vida. Aquí la fisioterapia puede ser determinante. Tras una cirugía de mama o una mastectomía son muy frecuentes secuelas físicas, como adherencias y retracciones en las cicatrices, deficiencias cardiorrespiratorias, problemas vasculonerviosos, contracturas musculares, disminución de la fuerza en toda la extremidad superior del lado afectado y en general en todo el cuerpo o un linfedema, que afecta a 4 de cada 10 mujeres mastectomizadas y requiere de tratamiento fisioterapéutico especializado y un programa de ejercicio terapéutico a medida que incluye ejercicio aeróbico (intermitente de intensidad moderada y vigorosa) y de fuerza.

CONSEJOS PARA UNA VIDA MÁS SALUDABLE

Unos de los propósitos más repetidos cada nuevo año es mejorar nuestra forma física y movilidad a través del ejercicio. Pero en ocasiones aparecen patologías o simples dolores que nos limitan, y que pueden ser consecuencia de posturas mantenidas en el trabajo, exceso de sedentarismo, o sencillamente porque dedicamos esfuerzos a potenciar algunas zonas de nuestro cuerpo, olvidándonos de la musculatura y estructuras que se encargan de mantener una postura saludable y el equilibrio necesario entre ellas.

Por todo esto, es recomendable acudir a consulta con fisioterapeutas, quienes tras una completa exploración y valoración nos prescribirán ejercicio terapéutico -no confundir con tablas, estiramientos y abdominales sin fin­- entre otras técnicas para mejorar nuestra salud. El ejercicio terapéutico requiere de una serie de gestos que, a modo de ejercicios, siempre van a ser personalizados y adaptados a cada persona, según la lesión o el síntoma que presente, según su condición física y capacidad, y según la carga física requerida en cada momento.

Recuerda que el ejercicio terapéutico sólo puede ser prescrito, administrado y pautado por fisioterapeutas. Como profesional sanitario, con cualificación y capacitación para ello, buscará las mejores estrategias en materia de ejercicio terapéutico con el fin de ayudar a cada persona a recuperar su movimiento normal, su función completa y, en definitiva, a recuperar su salud. Si lo pensamos bien, el ejercicio terapéutico es similar a un medicamento que tiene su indicación concreta, una frecuencia especifica y una dosis justa. Como paciente, es tu responsabilidad administrártelo bajo las adecuadas indicaciones de tu fisioterapeuta.

Controla las molestias que padeces o puedan aparecer y consulta con tu fisioterapeuta, porque muchas de estas dolencias responden fácilmente al ejercicio terapéutico y evitan que el dolor que a veces las acompaña se mantenga en el tiempo, condicionando nuestra calidad de vida. Ahora que se acerca el comienzo de un nuevo año es momento de evaluar y renovar propósitos y la mejora de nuestra salud debe ocupar un lugar relevante en nuestros compromisos para el año próximo. Invierte en tu salud y la de los tuyos: familia, amigos y seres queridos. Regala Fisioterapia porque la Fisioterapia aporta equilibrio, alivio, salud... en definitiva, calidad de vida para cada momento.