El consejero de Políticas Migratorias y Justicia, Eduardo Santos, visitó este martes por la mañana a un grupo de jóvenes participantes en los programas de formación y asesoramiento Kideak y Ahlan Bek, ambos financiados y auspiciados por el propio Departamento y que tienen como objetivo apoyar y formar a estos chicos y chicas que han pasado por un proceso migratorio en su vida.

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En esta actividad le acompañaron también la directora general de Políticas Migratorias, Patricia Ruiz de Irizar, y la directora del servicio Karibu de Acogida y Acompañamiento a Personas Migrantes, Virginia Eraso. El encuentro tuvo lugar en la nueva sede en la que se imparten cursos formativos y en especial las clases de lengua castellana, en el pamplonés barrio de Azpilagaña.

El programa Kideak se puso en marcha en el verano de 2021 y es un pionero plan a nivel del Estado para dar cobertura a los jóvenes migrantes sin ningún tipo de red familiar y social, que o bien han dejado de ser menores desde su llegada a Navarra, o que han llegado con mayoría de edad, pero en una situación de vulnerabilidad evidente. Por otra parte, está Ahlan Bek, una oficina de acogida, acompañamiento y formación para jóvenes migrantes en situación de desprotección de entre 14 y 30 años que puso en marcha en septiembre de 2020 la entidad social Lantxotegi, gracias a las subvenciones del Gobierno de Navarra.

Inquietudes y futuro

Desde finales de enero de 2022, estos jóvenes reciben lecciones y clases de lengua castellana. Algunos para adquirir las destrezas básicas del idioma y otros para mejorar y poder expresarse con más eficacia. De hecho, precisamente una de las cosas que hicieron durante la visita del consejero fue precisamente esto: expresarse.

En el distendido ambiente del cambio de turno entre unas lecciones y otras, los jóvenes se presentaron ante el consejero y las directoras de Políticas Migratorias, les narraron cuáles eran sus orígenes, pero sobre todo aprovecharon la oportunidad para compartir con el consejero Eduardo Santos sus inquietudes, sus preocupaciones y las vicisitudes de su día a día.

El consejero Eduardo Santos les agradeció las palabras y la sinceridad a estos jóvenes a los que escuchó "con gran interés" y subrayó la importancia de que se expresen con su propia voz: "Es muy importante que os forméis y que habléis por vosotros mismos y mismas, que nadie os ponga voz y seáis vosotras y vosotros los que podáis tomar vuestras propias decisiones. Desde el Gobierno de Navarra hay muchas cosas que podemos hacer y otras muchas que no porque se escapan de nuestras competencias, pero desde luego, trabajamos todos los días para que no haya actitudes racistas, vivamos en una sociedad más justa, diversa y que haya oportunidades para todas las personas".

Ahmed, Farah, Yamina o Malik tomaron la palabra para relatar las dificultades que tienen en su día a día para que les alquilen una habitación, conseguir un espacio digno donde vivir, los problemas para empadronarse en un municipio o poder acceder a cursos de formación y asistir junto a otros jóvenes navarros y navarras. "Así aprenderíamos profesiones y estaríamos en contacto con otros jóvenes de aquí", dijo alguno de ellos. "A veces cuando voy por la calle o entro a un supermercado siento que me miran por mi forma de vestir con velo o por mi forma de hablar", comentó una de las chicas jóvenes. "Vinimos a Navarra para ser libres, en nuestros países no podemos hablar en libertad. Aquí, solo queremos estudiar, trabajar y ayudar a nuestras familias", dijo tajante otro de los jóvenes, que dio las gracias al Gobierno de Navarra por promover este tipo de cursos.

El coordinador de estos dos proyectos de formación y clases de lengua castellano, Alberto Górriz, destacó el "entusiasmo, la asistencia, la puntualidad y, sobre todo, las enormes ganas por aprender y estudiar" que han demostrado durante estas semanas los primeros alumnos y alumnas de este programa. Actualmente, en Kideak hay tres grupos de unas diez o quince personas en cada uno. Además, de otro pequeño grupo de ocho personas que estudia castellano en Tudela; en total son unos 35. En Ahlan Bek están otros 30 jóvenes que estudian español en dos grupos.