El incendio de las Bardenas Reales ha quedado estabilizado este domingo a la mañana, pero la devastación que ha causado es desoladora. Montes y árboles totalmente calcinados, almacenes y granjas humeantes y viviendas que no se han quemado por escasos metros.

Caían bolas de fuego del monte.Fueron momentos de pánico”, comenta Saida Hualde, de Arguedas. “En cinco minutos, empezaron a llover cenizas y entraban chispas por debajo de la puerta de casa”, recuerda José Luis Samanes, de Valtierra. Testimonios entre las cenizas.

En Valtierra, la zona más afectada ha sido La Cascajera, situada en la parte alta de la localidad, donde se han quemado tres almacenes.

Uno de feriantes, donde una familia portuguesa guardaba atracciones, una nave que antiguamente tenía uso ganadero y en el tercero se apilaba madera.

Vimos una nube negra en el horizonte y pensamos que era un incendio muy lejano. Pero como el viento soplaba muy fuerte y en dirección a nuestra casa, el fuego vino en cinco minutos y empezaron a llover cenizas. Fue impresionante, comenzaron a arder todos los alrededores y salimos corriendo”, relata Pedro Moreno, que vive a escasos metros de estos tres almacenes.

Pedro y su familia huyeron a Los Abetos, pero el incendio avanzaba veloz en esa dirección “y nos marchamos a la vivienda de unos amigos a Cadreita. Ante el temor de que se siguiera prolongando, nos fuimos a la casa de mi madre en Pamplona”, explica. Ayer volvieron a Valtierra y “he visto que la casa se ha salvado de milagro”.