En el año 2019, un menor compró el 5 de enero un décimo de Lotería del Niño que resultó agraciado con el primer premio. El joven, de nombre Cosmin Rotariu, se embolsó 200.000 euros. Entonces, Loterías y Apuestas del Estado confirmó que los menores no podían comprar décimos y por tanto tampoco cobrarlos. En estos casos deben ir acompañados de sus padres o de un tutor legal para poder recibir el dinero.

La Ley de Regulación del Juego es clara al respecto. Prohíbe jugar a la lotería a "los menores de edad y los incapacitados legalmente o por resolución judicial, de acuerdo con lo que establezca la normativa civil".

Esta misma ley considera infracción grave "permitir el acceso a la actividad de juego a las personas que lo tienen prohibido, siempre que la entidad explotadora de juegos conozca o deba conocer la concurrencia de tales prohibiciones". Por otro lado, se considera infracción leve cuando no se informe "debidamente" al público de tal prohibición.

Las infracciones graves pueden suponer una multa de cien mil a un millón de euros, y de hasta cien mil euros en el caso de las leves.