MADRID. El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha dicho ser el líder de "la Venezuela buena" y ha tachado de "cobarde" al jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, por su reconocimiento al opositor Juan Guaidó como mandatario legítimo. En caso de una intervención militar, ha añadido, sus manos quedarán "llenas de sangre".

"Nos puso un ultimátum, como si a Venezuela la gobernaran desde Madrid", ha dicho Maduro, horas después de que Sánchez reconociese al opositor Juan Guaidó como presidente legítimo de Venezuela. "Se lo dije desde el primer día, a Venezuela no le pone un ultimátum nadie", ha añadido.

Maduro, que ha presidido en Aragua una ceremonia militar con motivo del aniversario del fallido golpe de Estado impulsado en 1992 por Hugo Chávez, Día de la Dignidad en Venezuela, ha avisado a Sánchez de que sus manos quedarán "llenas de sangre" si se concreta el "golpe de Estado", como le ocurrió a José María Aznar con la guerra de Irak.

Para Maduro, Sánchez ha sido "cobarde" al tomar una decisión "nefasta" para las relaciones internacionales, aunque no ha aludido a ninguna medida de represalia. "La historia lo recordará como un pelele que se ha puesto al servicio de la política guerrerista de Donald Trump", ha añadido Maduro.

El presidente ha advertido de que tanto él como las Fuerzas Armadas "defenderán la patria con la propia vida si fuese necesario" y ha llamado a la movilización militar y ciudadana --"si quieres paz, prepárate para defenderla"--, ante una multitud que coreaba gritos en favor de los "leales" y contra los "traidores".

"Aquí voy a seguir gobernando junto al pueblo los seis años que me toca gobernar", ha señalado, al descartar por completo cualquier salida del poder o convocatoria electoral. También ha rechazado los planes para enviar ayuda humanitaria al país sudamericano: "No somos mendigos de nadie".

Así, "frente a quienes convocan el intervencionismo, frente a quienes entregan su alma al diablo imperialista", Maduro ha defendido su Gobierno sin aludir directamente a Guaidó y al creciente apoyo internacional al jefe de la Asamblea Nacional, al que se han sumado este lunes varios países europeos.

"Aquí estamos de pie, más fuertes que nunca, más unidos que nunca", ha subrayado, al erigirse en representante de "la Venezuela buena, la Venezuela de verdad". "Nosotros somos de verdad y nuestra verdad nació hace 27 años, en una rebelión contra el FMI, contra el neoliberalismo, contra los traidores de la patria, ha añadido.

RECOGIDA DE FIRMAS

Maduro está abierto a "rectificar lo que haya que rectificar", pero ha evitado concretar esta autocrítica y, de hecho, ha llamado a rechazar "con una sola voz" las amenazas exteriores, que ha personificado en la figura de Trump. "Jamás vamos a rendir las armas y las banderas de las república ante el imperialismo yanqui", ha añadido.

El mandatario ha denunciado que Venezuela es víctima de una "gran guerra psicológica" y ha pedido "nervios de acero, calma y cordura, mucha fortaleza moral". Asimismo, ha anunciado una "gran jornada nacional" para recoger firmas y entregarlas a la Casa Blanca.

Una "ola pacífica de solidaridad", según sus propias palabras, que tomará como pase "las plazas, cuarteles, fábricas" y en la que espera que se recojan "millones" de firmas para que "se escuche la voz de Venezuela" frente la "locura guerrerista que se ha apoderado de la Casa Blanca".