JERUSALÉN- La ley electoral israelí exige que los partidos superen el umbral del 3,25 % de votos válidos emitidos para entrar en la Knéset (Parlamento), exigencia que genera dudas sobre la entrada a la Cámara de hasta ocho partidos, lo que podría determinar la posibilidad de alianzas para formar Gobierno.

"Entre siete y ocho partidos rondan justo por encima del 3,25 % necesario para entrar en la Knéset. Si dos o tres de estos no consiguen superar el límite, podría tener un impacto dramático en el recuento final de escaños, el equilibro entre los bloques (de derecha y centro-izquierda) y la identidad del próximo primer ministro israelí", advierte Yohanan Plester, presidente del Instituto de Democracia Israelí.

En los últimos comicios, en 2015, de 25 partidos que concurrían, tan solo diez lograron superar el umbral y obtener representación parlamentaria. Entonces, eso supuso lograr al menos 136.000 votos, una cifra que podría variar este año dependiendo de la participación y el número de papeletas inválidas.

Este año son cuarenta los partidos que compiten y, según los datos de las encuestas entre once y catorce lograrán superar el umbral, que otorgaría cuatro escaños, lo que dará a luz una Cámara aún más atomizada que la anterior y, por tanto, más dependiente de los pactos de gobierno.

Los últimos sondeos daban una ligera ventaja al centrista de Azul y Blanco del exjefe del Estado Mayor, Beni Gantz, que se prevé que obtenga más votos que el Likud del primer ministro, Benjamín Netanyahu, pero no los suficientes para que el bloque de centro-izquierda supere al de la derecha.

Ahí podría hacerse fundamental el papel los partidos pequeños, y la no entrada de formaciones por no superar el 3,25 % podría cambiar el equilibrio de la Cámara.

Uno de los afectados es el Israel Nuestro Hogar (Yisrael Beitenu), que atrae el voto de inmigrantes rusos y que en estos comicios se juega quedarse fuera de la Cámara. Paradójicamente, fue su líder, el exministro de Defensa, Avigdor Lieberman, quien más impulsó el aumento del umbral de un 2 % a un 3,25 % antes de los comicios de 2015.

En situación similar está la recién creada Gesher, de la diputada independiente Orly Levy-Abekasis, y Kulanu, del titular de Finanzas Moshe Kahlon, ambos de tendencia centrista y posibles socios de Gantz, que podrían no superar el umbral.

La coalición árabe Balad-Ram también podría quedarse fuera del hemiciclo, tras haberse disuelto la coalición Lista Unida que formaba con otros partidos -árabes y comunista- que ahora concurren en la lista separada Hadash-Tal.

En Israel existe la posibilidad de firmar acuerdos entre partidos para trasladarse los llamados "votos excedentes", que son insuficientes para lograr un escaño y se pueden transferir a otra formación para que haga uso de ellos, pero el trasvase solo puede realizarse entre partidos que han superado el 3,25 %, por lo que no servirán para favorecer a los que no lleguen a ese porcentaje.