Gobernar es igual a negociar

Bloques. El próximo Gobierno israelí no dependerá solo del voto mayoritario, sino, sobre todo, de la capacidad de los candidatos para formar alianzas y lograr una mayoría simple de al menos 61 escaños en la Knéset (Parlamento). Bibi Netanyahu ya arrebató el Gobierno hace una década a Tzipi Livni, pese a que esta le superase en votos, por su capacidad para sumar partidos.

Coalición de derechas. Los comicios en Israel son una cuestión de bloques. Entre los escenarios más probables está que que Netanyahu forme coalición de partidos de derecha con los ultraortodoxos para sumar al menos 61 asientos, con lo que podríamos esperar un gobierno similar al que tenemos ahora. .

Gantz, con el Likud. Otra posibilidad sería la creación de una coalición liderada por Azul y Blanco que incluya al Likud, pero sin Netanyahu. Gantz ha asegurado que no gobernará con Netanyahu mientras este siga estando bajo la sombra de la corrupción, con una anunciada acusación por la Fiscalía por fraude, soborno y abuso de confianza.

Tel Aviv/Ramala - La coalición centrista Azul y Blanco, de Beni Gantz, se adelantaba anoche en las elecciones celebradas en Israel al Likud del primer ministro Benjamín Netanyahu, según las encuestas a pie de urna difundidas tras el cierre de los colegios electorales a las ocho de la tarde. Los sondeos de distintos medios predecían diferencias relevantes entre los dos partidos, pero todas daban como ganador a Gantz, excepto el Canal 13, que apunta a un empate técnico. Según la televisión digital i24, la coalición centrista Azul y Blanco se haría con 33 escaños mientras que el Likud se quedaría en 27, seis asientos de diferencia. Otros medios daban un margen más estrecho a Gantz, de 37 a 33 según el Canal 12, o una pequeña diferencia de tan solo un escaño para la cadena estatal de televisión Kan, que preveía 37 y 36 escaños respectivamente.

Kan añadía que partidos como Nueva Derecha, del ministro de Educación Naftali Benet, el ultraderechista Zehut y la nueva formación Gesher, no entrarían en la Cámara, al no superar el umbral del 3,25% de los votos. “Ganamos. ¡El pueblo de Israel ha hablado! Gracias a miles de activistas y más de un millón de votantes. En estas elecciones hay un claro ganador y un claro perdedor. Bibi prometió 40 asientos y perdió a lo grande”, dijo a través de su cuenta de Twitter Gantz y Yair Lapid, cabezas de lista de Azul y Blanco.

Los candidatos de la coalición centrista Azul y Blanco, sus equipo de campaña y sus simpatizantes celebraron en Tel Aviv los resultados de los primeros sondeos a pie de urna, que le dan una ventaja en las elecciones de ayer sobre el partido derechista Likud del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.

Israel dice ‘no’ a netanyahu “Estamos muy felices con estos resultados. Es una victoria clara. Es muy difícil crear una coalición en Israel, pero estos resultados prueban que el país expresó muy claramente que no quiere a Benjamín Netanyahu”, dijo un seguidor del movimiento centrista, Guy Levy, en medio del ambiente festivo de los simpatizantes en la sede establecida por el partido para la celebración.

“Nos sentimos libres. Es posible. Tenemos una larga noche hasta los resultados finales, pero por primera vez se puede sentir un aire de cambio”, declaró Uri Shapira, miembro de la campaña de esta formación que lidera el exjefe del Estado Mayor Beni Gantz. Según las encuestas a pie de urna, Azul y Blanco se adelanta al Likud y podría lograr hasta seis escaños más. A pesar del triunfo de la lista de Gantz, las encuestas siguen dando como más probable la formación de un gobierno de derechas, al calcular al bloque de centro e izquierda entre 56 y 60 escaños y a la derecha entre 60 y 66.

El presidente palestino, Mahmud Abbas, mostró ayer su esperanza de que los comicios generales que Israel celebró ayer “sigan el camino correcto para alcanzar la paz”.

“Seguimos todo lo que sucede en el mundo, y específicamente a nuestros vecinos”, declaró el mandatario palestino en sus primeros comentarios públicos sobre estas elecciones, en las que el conflicto palestino-israelí apenas ha tenido protagonismo, según la agencia oficial de noticias palestina Wafa.

Israel “debe entender que la paz también es de su interés”, consideró Abbas, quien insta a los dirigentes israelíes a sentarse otra vez “en la mesa de negociaciones”, pese a que las conversaciones de paz están estancadas desde 2014.

Palestina tiende la mano “Nuestra mano siempre está extendida para las negociaciones, pero no abandonaremos nuestros derechos”, insistió el presidente, también líder del partido nacionalista Al Fatah, que gobierna la Autoridad Nacional Palestina desde su sede en la ciudad cisjordana de Ramala.

El presidente palestino se ha negado hasta ahora a regresar a la mesa de negociación mientras Israel no cumpla unas condiciones, entre ellas el fin del crecimiento de los asentamientos y la liberación de prisioneros anteriores a los acuerdos de paz de Oslo (1993-1994).

Abbas reiteró también que no aceptará la propuesta de paz que elabora Estados Unidos, a quien no valida como mediador después del reconocimiento de Jerusalén como capital israelí por parte del presidente estadounidense, Donald Trump.

Para el dirigente palestino, el denominado Acuerdo del Siglo, que la Administración estadounidense pretende presentar en los próximos meses, “pasa por alto los derechos” de los palestinos “legitimados por la comunidad internacional”, señaló Abbas. - Efe