Para muchos, que Donald Trump llegase al poder es una incógnita que tras más de dos años de mandato es imposible de explicar. El presidente de EEUU ha cumplido con muchas de sus promesas de campaña electoral. Prometió nombrar a un gran número de jueces federales conservadores y sentó en la Corte Suprema a Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh. Prometió dar un giro de 180 grados a la política exterior y Trump sigue girando el timón de EEUU hasta límites insospechados. Hace pocas semanas, el líder estadounidense logró pisar suelo norcoreano y estrechar lazos con su homólogo Kim Jong Un. Prometió construir su famoso muro con México, y ha conseguido que la Corte Suprema le permita utilizar 2.500 millones de dólares (unos 2.243 millones de euros) para lograr su obsesión.

Los cinco magistrados conservadores (entre ellos sus elegidos Gorsuch y Kavanaugh) se impusieron a los cuatro progresistas y dieron el visto bueno para la renovación del muro fronterizo con una partida destinada inicialmente a la lucha contra el narcotráfico. Además, forma parte de los 6.600 millones de dólares que Trump desvió para la construcción de un muro cuando en febrero declaró emergencia nacional en la frontera sur. Una maniobra que todavía los tribunales tienen que declarar legal o ilegal. Tras conocer el fallo, Trump tuiteó: “¡Guau! Gran victoria en el muro. El Tribunal Supremo de EEUU anula las órdenes de tribunales inferiores, permite que proceda el muro en la frontera sur. ¡Gran victoria para la seguridad fronteriza y el Estado de derecho!”.

Hasta la fecha, según el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), debido a la dificultad para obtener los permisos para edificar en tramos nuevos, el Gobierno se ha limitado a renovar unos 83 kilómetros de valla ya existente. Una noticia que al darse a conocer enfadó a Trump, que reaccionó cargando contra los medios con un mensaje en el que, no obstante, reconocía la realidad de esta situación. “Cuando demolemos y reemplazamos una barrera ruinosa y resquebrajada en la Frontera Sur, la cual ya no cumple su función, los Medios Falaces no nos dan ningún crédito por construir un muro nuevo. ¡Hemos reemplazado muchas millas de barreras viejas con potentes muros!”, protestó el pasado 22 de julio mediante un tuit.

guatemala, el nuevo méxico Esta semana ha sido un triunfo para Trump. No solo consiguió el apoyo económico de la Corte Suprema, también firmó un acuerdo con Guatemala que obligará a la mayoría de los migrantes que atraviesan el país centroamericano a pedir asilo allí, en vez de en territorio estadounidense. Siguiendo la estela de México, que acepta cada una de las condiciones del presidente estadounidense en cuestiones migratorias, Guatemala ha dado el visto bueno a otra de las exigencias de Trump en un pacto que tiene dos años de vigencia. Guatemala se convierte así en un tercer país seguro que deberá acoger a los solicitantes de asilo que lleguen a EEUU y hayan pasado antes por el país centroamericano antes de llegar a territorio estadounidense.

“Hemos estado trabajando desde hace mucho con Guatemala y ahora podemos hacerlo de la forma correcta”, dice el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, según la Casa Blanca. Así, sostiene que este acuerdo “lleva a la quiebra a los coyotes y los traficantes de personas”, a los que describe como “malas personas”, antes de recalcar que el pacto “dará seguridad a los solicitantes de asilo legítimos”.

El Gobierno de Guatemala confirmó ayer la firma del acuerdo destacando que este proceso de conversaciones con EEUU tiene como objetivo “contrarrestar graves repercusiones económicas y sociales, que son de dominio público”. Así, confirmaron una “cooperación conjunta” con las autoridades de Estados Unidos que afectará a “personas de nacionalidad salvadoreña y hondureña”. El presidente de Guatemala, Jimmy Morales, celebró el “fortalecimiento” de la relación bilateral entre ambos países. “El Gobierno de Guatemala seguirá fortaleciendo sus lazos de amistad y cooperación con EEUU, siempre en apego a nuestra legislación, la defensa de la soberanía y la defensa de los Derechos Humanos”, indicó a través de Facebook. Además señaló que estas negociaciones evitan sanciones “drásticas” para Guatemala; sanciones que, según explicó, iban orientadas a “golpear fuertemente la economía, como gravámenes a las remesas que diariamente envían nuestros hermanos, así como, la imposición de aranceles a nuestros productos de exportación y restricciones migratorias”.

méxico, el primero en caer Y es que esa es la estrategia de Trump para lograr acuerdos con los países de América Latina. La Administración Trump pretende que los países emisores de inmigrantes endurezcan los controles y se ocupen de los deportados por Estados Unidos hasta que se resuelvan sus proceso de asilo, bajo amenaza de retirar las ayudas que reciben desde Washington. En el caso de México, con quien ya hay acuerdo, amenazó con un arancel a las importaciones mexicanas.

El gobierno de López Obrador tuvo que renunciar a varios principios de migración que defendía antes de llegar al poder, donde se encontró con el gran desafío de hacer frente al Gobierno de Trump y sus amenazas. La política de puertas abiertas que puso en marcha tras su llegada al poder quedó suspendida y México aumentará “significativamente” el control fronterizo y las deportaciones y desplegará 6.000 soldados de la Guardia Nacional “para frenar la emigración irregular”. Además, tras anunciar el acuerdo, Trump añadió que México también se comprometió a comparar a los campesinos estadounidenses “grandes cantidades” de productos agrícolas de forma inmediata.

El acuerdo también se disfrazó de victoria en el Gobierno mexicano. El presidente, Andrés Manuel López Obrador, consideró el pacto “bueno para los dos países”. Él mismo reorientó el enfoque de la manifestación de Tijuana que convocó en respuesta a las presiones de EEUU, que pasó de ser un acto de protesta por la “dignidad” de México a una marcha cívica por la “unidad”.

Trump expandirá el acceso al programa de visados para ayudar a empresas, granjas y ranchos. Además, adelanto en una de sus nuevas promesas que pronto firmará acuerdos similares con otros países.

honduras se ADELANTA A LOS PLANES

Acuerdos entre países. Los presidentes de México y de Honduras han formalizado un acuerdo por el que el Gobierno mexicano apoyará al hondureño para aplicar un programa de empleo contra la migración forzada, “Sembrando Vida”. Éste busca “fortalecer los sistemas productivos agroforestales y combinar la producción de cultivos tradicionales con árboles frutícolas y maderables, con lo que se ayudará a generar empleos, se alentará la autosuficiencia alimentaria y se mejorarán los ingresos”. México apoyará a Honduras con 30 millones de dólares para crear 200.000 empleos en el país centroamericano.