Seúl - Corea del Norte puso ayer en duda que vaya a reunirse de nuevo con EEUU tras la fracasada ronda de diálogo de este fin de semana en Estocolmo y acusó a Washington de no proponer nada nuevo en las conversaciones y mantener una “política hostil” hacia Pionyang.

Un representante de la Cancillería norcoreana acusó a Washington en un comunicado de tratar de obtener intereses domésticos y dijo que “carece de base” la afirmación de EEUU de que ambos países volverán a reunirse de nuevo en dos semanas en la capital sueca. “EEUU no hizo nada para prepararse para estas negociaciones, y solo buscó su propio interés político al usar las conversaciones para su política doméstica”, dice el texto. “Estas conversaciones nos han llevado a pensar que EEUU no tiene voluntad política para mejorar las relaciones bilaterales”, prosigue.

El portavoz aseguró a su vez que EEUU “insistió en su postura previa y no trajo ninguna propuesta nueva a esta negociación”. También advirtió de que si la Casa Blanca insiste en “sus viejos métodos de cálculo” para afrontar el diálogo, “el acuerdo entre ambas partes podría llegar a su fin”, en referencia al compromiso bilateral alcanzado en Singapur en 2018 para negociar la desnuclearización de la península.

El mensaje de Pionyang llegó horas después de que la delegación norcoreana que participó en las reuniones en Estocolmo el sábado asegurara que el diálogo con Washington sobre desarme está suspendido. “Las negociaciones no han cumplido nuestras expectativas y finalmente se interrumpieron”, dijo Kim.

versiones Las dos partes ofrecieron diferentes versiones sobre lo ocurrido y ni siquiera se pusieron de acuerdo sobre si el diálogo continuará o no en el futuro. La portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Morgan Ortagus, aseguró que ambas partes han tenido “buenas conversaciones” y que Washington planea asistir a otra reunión en dos semanas, lo cual Pionyang puso ayer en duda.

“EEUU aportó ideas creativas y tuvo buenas conversaciones con sus homólogos norcoreanos”, señaló Ortagus, quien afirmó que ambos países “no superarán un legado de 70 años y de hostilidad en la península de Corea en un solo sábado”. - A. Sánchez Braun