Nusaybin - El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, anunció ayer que mantendrá sus planes de tomar el control de una franja de territorio en todo el noreste de Siria, a pesar del anuncio de que el régimen de Bachar al Asad ha enviado tropas para frenar la ofensiva. Erdogan aseguró, antes de partir en viaje oficial a Azerbaiyán, que había hablado ya con el Gobierno de Rusia y que este le había dado el visto bueno para ampliar la ofensiva hacia la ciudad kurda de Kobani y a la región de Manbech, cabeza de puente de las milicias kurdas al oeste del Éufrates. “Parece que la operación turca no tendrá ningún problema en Ayn al Arab (Kobani, en kurdo). Rusia ha dado una respuesta positiva a través de su embajada”, declaró Erdogan. El mandatario insistió en que su país seguirá adelante con su incursión por tierra y aire en Siria a pesar de que ayer las milicias kurdas anunciaron un acuerdo con el Gobierno del presidente sirio, Bachar al Asad, para frenar el avance de las tropas turcas y recuperar las zonas conquistadas hasta ahora por ellas. Además, Erdogan volvió a pedir el respaldo de la OTAN para la ofensiva, que pretende establecer una zona bajo control turco en todo el noreste de Siria, desde la frontera iraquí hasta el río Éufrates, con una anchura de unos 30 kilómetros. “Estamos bajo presión y acoso de una organización terrorista. ¿Tomaréis partido con vuestro aliado de la OTAN? ¿O apoyaréis a los terroristas?”, dijo el mandatario en referencia a las milicias kurdosirias Unidades de Protección del Pueblo (YPG), que han establecido una administración autónoma en el noreste del país.

Aunque EEUU respaldaba a las YPG en su lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI), Ankara las considera terroristas por sus vínculos con el proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda activa en Turquía.

Horas más tarde de las declaraciones de Erdogan, el Ejército anunció que el jefe de su Estado Mayor, Yasar Güler, había hablado con su homólogo ruso, Valeri Guerásimov, sobre la “situación de seguridad en Siria”.

Las declaraciones de Erdogan y la de las Fuerzas Armadas turcas apuntan a la existencia de cierta coordinación o, al menos, a un intercambio de información con Moscú sobre la presencia y el avance de las tropas turcas en el norte de Siria. Y así lo confirmó ayer el Kremlin, cuyo portavoz, Dmitri Peskov, consideró improbable, debido a los canales de comunicación existentes, que los militares de Rusia y Turquía se enfrenten en Siria. “Se establecieron contactos, se llegó a determinados acuerdos” al respecto para evitar tales choques, explicó. El Gobierno turco puso ayer en entredicho el rol de las YPG, integradas bajo el paraguas de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), en la lucha contra el EI al anunciar que la milicia había abierto deliberadamente una prisión de combatientes yihadistas bajo su control.

Según precisó un alto cargo del Ejecutivo, la prisión se encuentra en Tal Abiad, localidad fronteriza que está desde el domingo bajo el control del Ejército turco.