Santiago de Chile - A pura cacerolada y con barricadas en llamas, así son algunas de las maneras que los chilenos han ideado para desafiar las noches de toque de queda en el centro de Santiago, núcleo de las protestas que desde hace una semana se viven en Chile, en cuya capital y algunas provincias está en vigor el estado de excepción.

Desde el pasado sábado, más de la mitad de los 19 millones de habitantes de Chile ven imposible circular libremente por las calles, forzados a permanecer toda la noche en sus casas con una medida adoptada para que no se repitan nuevos actos de vandalismo que han dejado supermercados y estaciones de metro incendiadas. Sin embargo, cada noche que pasa de encierro domiciliario forzado, la indignación de los chilenos va en aumento y no están dispuestos a dejar de protestar contra el Gobierno del presidente Sebastián Piñera ni siquiera durante estas atípicas noches.

Después de pasar el día reunidos en las plazas y parques para expresar su arraigado descontento por la desigualdad social en el país, la protesta la prosiguen cada uno desde sus casas y barrios.

Al llegar la hora del toque de queda, las calles se vuelven lúgubres, pero el barullo reina en los barrios más populares con sonoras y prolongadas caceroladas.

Los golpetazos de los vecinos sobre ollas, cacerolas y sartenes resuenan como el repique de unas campanas a las que se van sumando más y más conforme pasan los minutos.

Algunos lo hacen desde las rejas de sus portales, en una metafórica imagen de que, a pesar del obligado encierro, nadie les impide expresarse libremente, como Mauricio Dasen, quien señaló que esto “es una suerte de desobediencia a decisiones injustas”. “Estamos en un estado de entre shock y lucha, queremos manifestarnos pero no sabemos cómo expresarnos y cada vez buscamos nuevas formas de hacerlo”, añadió.

Así se hicieron virales vídeos de vecinos que acompañaban esta particular batucada de instrumentos de cocina con el tema El derecho de vivir en paz, del cantautor Víctor Jara, emblemática canción protesta que expresaba en los años 70 el descontento popular de los chilenos contra la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

Los más avezados salen unos metros a la calle para seguir golpeando sus cacerolas, que estos días no tienen descanso, pues muchos también se las llevan a las masivas manifestaciones. “¿Hasta qué hora estaremos? Hasta que vengan los pacos”, dijo una chica, que optó por no identificarse, sobre los carabineros, mientras amartillaba una abollada sartén contra la valla metálica de la calle. “Pero no creo que entren aquí”, añadió.

En los alrededores de la plaza Italia, el epicentro de las manifestaciones, todavía quedan esparcidos los restos de las concentraciones, con escombros por toda la calzada y barricadas. Bastante cerca del Palacio de La Moneda, sede del Gobierno, unos jóvenes con ánimos de rebeldía armaron una fogata que ardía con furia, bebían cerveza y bailaban El baile de los que sobran, de Los Prisioneros, ya convertido en el himno oficioso de estas protestas.

detenidos Precisamente, cuando se cumple una semana de protestas por las calles del país, la cifra de muertos se eleva a 19, cinco de ellos extranjeros, la de heridos a 300 y la de detenidos a 3.000. La nueva víctima es un ciudadano peruano que se encontraba en estado muy grave en el hospital desde hace tres días después de recibir un impacto de bala en el marco de un saqueo a un local comercial en la comuna (municipio) de Puente Alto, en el sur de la periferia capitalina. Esta persona de nacionalidad peruana es el quinto fallecido extranjero durante la semana de protestas, junto a dos ciudadanos colombianos, otro peruano y un ecuatoriano.

Según relataba la Subsecretaría del Interior chilena, este último fallecido recibió un disparo del dueño de un local comercial que intentaba defenderse de los saqueadores con su arma, que las autoridades confirmaron que estaba legalmente registrada, siempre según la versión del Gobierno. En ese sentido, la Fiscalía Metropolitana Sur, encargada de la investigación, determinó que el disparo se realizó en legítima defensa por parte del comerciante.

Además del balance de muertos, el Gobierno de Chile informó de que el jueves se registraron 61 eventos en el país, sobre todo concentrados en la ciudad porteña de Valparaíso y en la comuna occidental de Maipú en la capital. El jueves, las autoridades dijeron que se habían movilizado 102.680 personas, una reducción importante con respecto al miércoles, cuando esas mismas fuentes señalaron que casi 500.000 ciudadanos salieron a las calles a mostrar su desencanto con la situación de desigualdad social que existe en Chile. - Efe