nueva york - El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció ayer que el líder de la organización yihadista Estado Islámico, Abú Bakr al Baghdadi, murió durante una operación ejecutada el sábado por las fuerzas especiales del Ejército norteamericano en la localidad siria de Barisha, en la provincia de Idlib, cerca de la frontera con Turquía.

“Abú Bakr al Baghdadi está muerto. Era un hombre enfermo y depravado, que murió como un cobarde, a la fuga y entre sollozos”, declaró el presidente estadounidense. El líder de Estado Islámico, confirmó Trump, murió en un túnel subterráneo sin salida al inmolarse con un cinturón explosivo en los últimos instantes del asalto en una operación que duró unas dos horas.

El presidente ha confirmó que la Inteligencia estadounidense tenía conocimiento aproximado del paradero de Al Baghdadi desde hacía unas dos semanas, y que la operación fue aplazada hasta en tres ocasiones por la falta de fiabilidad de las informaciones recibidas.

Finalmente, el asalto fue ejecutado en conjunto por entre 50 y 70 efectivos de la Fuerza Delta y los Rangers del Ejército de Estados Unidos, tras establecer sin género de dudas su paradero: un complejo residencial situado aproximadamente a cinco kilómetros de la frontera con Turquía.

En la operación también participaron ocho helicópteros de combate que partieron desde Erbil, la capital del Kurdistán iraquí, y recibieron “fuego desde el terreno” durante su aproximación al complejo, que “aniquilaron inmediatamente” antes de comenzar su misión de control aéreo.

Una vez en tierra, los operativos se acercaron por los flancos del complejo porque “la puerta frontal tenía una bomba trampa”, según Trump, testigo de la operación en una sala privada. Confirmó que junto a Al Bagdhadi murieron “un gran número de acompañantes” del líder terrorista, y que tres niños fallecieron, así como dos de sus esposas. Ambas llevaban dos cinturones explosivos que no consiguieron detonar. Los tres pequeños murieron a manos del líder terrorista, que activó los explosivos que llevaba consigo cuando se vio acorralado. “Once niños pequeños fueron evacuados y no resultaron heridos. Los únicos que quedaban eran Baghdadi en el túnel y tres de sus hijos pequeños a los que había arrastrado con él a una muerte segura. Llegó al final del túnel perseguido por nuestros perros. Activó su chaleco y se suicidó. Mató a los tres niños”, describió el presidente.

Los operativos estadounidenses identificaron con éxito el rostro de Al Baghdadi, que no fue alcanzado por la explosión del chaleco, de acuerdo con las fuentes militares norteamericanas. Pruebas de ADN realizadas in situ verificaron la identidad del terrorista “en cuestión de quince minutos”.

El complejo fue destruido posteriormente por aviones de combates estadounidenses para impedir que se convirtiera en “un mausoleo para los simpatizantes del yihadismo”. Con la luz del día se pudo ver un cráter con ropas manchadas de sangre alrededor.

perfil Con la muerte de Al Baghdadi cae el artífice de un Estado fundamentado en el yihadismo y el conservadurismo islámico más rancio levantado en pleno siglo XXI en Siria e Irak. Al Baghdadi fue capaz de maniobrar para escindirse de Al Qaeda, de la que fue expulsado, y extender a sus muyahidines de Irak a Siria a pesar de la presión de Estados Unidos y sus aliados en al región hasta proclamar en 2014 un califato con dominio territorial firme y todos los elementos de un protoestado. Todo ello no hubiera sido posible sin la capacidad de mediación, determinación política, nivel religioso y ascendencia noble de Al Baghdadi.

Nació en Samarra, Irak, en 1971 y su auténtico nombre era Ibrahim Awad Ibrahim al Badri. Su familia, de clase media suní, era reconocida por su religiosidad y la tribu a la que pertenece reivindica ser descendiente directa del profeta Mahoma. En 1996 se doctoró en estudios islámicos y después se unió a los Hermanos Musulmanes.

Su oposición a la invasión estadounidense de Irak de 2003 le llevó a pasar unos meses en prisión. La muerte de Al Zarqawi, líder de AQI (la filial de Al Qaeda en Irak), en un bombardeo estadounidense en junio de 2006, precipitó la transformación de AQI en el Estado Islámico en Irak.

Después, Estado Islámico fue expulsado de Al Qaeda y la respuesta fue un violento ataque contra el Frente Al Nusra y la consolidación de un territorio bajo control del Estado Islámico en el este de Siria en el que al fin se impuso la interpretación más estricta de la ley islámica.

Al Baghdadi ordenó la expansión hacia Irak, tomaron Mosul en 2014 y se autoproclamó califa de todos los musulmanes. Ese fue el momento de mayor esplendor de Estado Islámico. Desde entonces la ofensiva del Ejército iraquí y de las milicias kurdo-árabes de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), ambos apoyados por Estados Unidos, pusieron fin al dominio territorial del Estado Islámico.

En el camino quedan además las atrocidades perpetradas contra minorías religiosas y étnicas en Siria e Irak, esclavismo sexual, atentados en los cinco continentes y secuestros y decapitaciones de ciudadanos en los cinco continentes. - E.P./Efe

Destino Idlib. El paradero de Al Bagdadi era toda una incógnita. Se decía que podría haberse escabullido por las montañas iraquíes en la zona fronteriza o haber huido hacia la zona desértica en el centro de Siria. Pero su destino final fue Idlib.El lugar. Al Baghdadi fue hallado en un complejo en la aldea siria de Barisha, una pequeña porción de tierra habitada a solo 5 kilómetros de la frontera turca.

En terreno enemigo. Es sorprendente que, pese a que Al Qaeda y Estado Islámico son rivales en el terreno por el control en Siria, Al Bagdadi estuviera en territorio controlado por su contrincante.

22,5

Veinticinco millones de dólares (22,5 millones de euros) era la recompensa por cualquier información que llevara a encontrar a Al Bagdadi.