Casablanca - El caso del periodista Omar Radi, cuyo juicio por injurias a un magistrado a raíz de un comentario en Twitter fue ayer pospuesto a marzo, ha hecho que aumente la inquietud en la sociedad civil por las restricciones a la libertad de expresión en las redes sociales.

Radi compareció ayer ante el Tribunal de Primera Instancia de Casablanca, a unos 100 kilómetros al sur de Rabat. Fue acusado de "injurias a un juez" por un comentario que publicó en abril pasado en Twitter en el que criticó las penas en apelación de hasta veinte años de cárcel contra activistas rifeños del Hirak, movimiento de protesta social surgido en 2017 en la región del Rif.

Solidaridad El caso de Radi ha generado una gran ola de indignación y solidaridad nacional e internacional. Intelectuales, artistas, defensores de derechos humanos, periodistas y hasta personalidades cercanas al poder han expresado su indignación por este proceso.

El Sindicato Nacional de Prensa y ONG como Reporteros Sin Fronteras y Human Rights Watch, reclamaron la anulación de la persecución judicial contra el periodista.

Decenas de personas se congregaron ayer a las puertas del tribunal en Casablanca para manifestar su solidaridad con Radi, al tiempo que reclamaron la libertad para todas las personas que fueron juzgadas o encarceladas este año por su activismo en las redes sociales.

El caso de Radi ha desatado la preocupación de la sociedad civil marroquí, que denuncia "un cerco" que se estrecha contra la libertad de expresión en las redes. - Efe