washington - Los países del G7, que agrupa a las economías más desarrolladas, y sus bancos centrales han reafirmado este martes su compromiso de utilizar todas las herramientas adecuadas, incluso adoptar medidas fiscales, para hacer frente a los riesgos ligados a la expansión mundial del coronavirus SARS-CoV-2.

Los ministros de Finanzas del G7 aseguran que están listos para tomar iniciativas, "incluidas medidas fiscales cuando sea apropiado", para dar respuesta a la epidemia y apoyar al crecimiento económico durante esta fase de la enfermedad.

Los bancos centrales continuarán cumpliendo sus mandatos y apoyarán "la estabilidad de precios y el crecimiento económico mientras mantienen la capacidad de recuperación del sistema financiero", sin ofrecer más detalles.

Los ministros de Finanzas del G7 (Alemania, Canadá, EEUU, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) y los gobernadores de los bancos centrales mantuvieron ayer una reunión telefónica para analizar el impacto del coronavirus en la economía global. La conversación estuvo liderada por Steven Mnuchin, secretario del Tesoro de EEUU, y Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal (Fed).

El miedo a la expansión del coronavirus y a su impacto en la economía global llevaron a las bolsas mundiales la pasada semana a sufrir su peor registro desde la Gran Recesión, aunque el lunes y ayer recuperaron parte del terreno perdido con alzas generalizadas.

La expansión del coronavirus ha afectado especialmente a las aerolíneas y a las empresas turísticas -por el descenso en los movimientos de personas-, pero también a las petroleras -por la bajada del precio del crudo- y a los bancos, principales perjudicados de una eventual relajación de la política monetaria.

También el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) aseguraron estar "listos" para ayudar a encarar "la tragedia humana y los desafíos económicos" del coronavirus, con todos los "instrumentos disponibles".