Las autoridades sanitarias chinas han comenzado este sábado a efectuar pruebas de coronavirus a tres millones de residentes en la localidad de Binhai, provincia de Tianjin, en el noreste del país, tras constatar la aparición de un posible brote tras un súbito repunte del número de contagios en los últimos días.

Todos los residentes de la zona conocida como el Nuevo Area de Binhai, donde se encuentra el puerto más grande de toda la región, deberán someterse a estas pruebas tras el rebrote ocurrido en una comunidad del barrio de Kanhaixuan.

Esta operación sanitaria tiene lugar después de la constatación de siete nuevos casos de transmisión local de coronavirus durante las últimas horas en el país, cinco de ellos en Tianjin (ocho, si se cuentan los asintomáticos), según informa la agencia oficial de noticias china Xinhua.

La zona ya había sido escenario de una amenaza de repunte después de que un empleado de una congeladora de alimentos diera positivo tras organizar un cargamento de codillo alemán.