El rechazo por el pleno de la Knéset (Parlamento) de la propuesta de ley que trataba de ampliar el plazo para la aprobación de los presupuestos, aboca a la Cámara a disolverse en la medianoche de hoy martes, llevando a Israel a sus cuartos comicios generales en dos años.

Los diputados israelíes rechazaron por 49 votos contra 47 la ley que pretendía prolongar unos días más el plazo para que los dos principales partidos de la coalición de Gobierno, el Likud, de Benjamín Netanyahu, y Azul y Blanco, de Beny Gantz, llegasen a un acuerdo de nueva fecha para sacar adelante la ley presupuestaria. Si esta ley u otra equivalente no se aprueba antes de la medianoche de hoy, la Knéset deberá disolverse automáticamente.

A lo largo del día aún podría aún alcanzarse algún tipo de acuerdo entre las dos formaciones, pero los analistas lo ven improbable. La fecha tentativa para unos próximos comicios es el próximo 23 de marzo.

Aunque la mayoría del Likud y de Azul y Blanco votaron a favor de la prórroga, varios diputados de ambos se opusieron o ausentaron, lo que facilitó que no saliese adelante.

La prórroga proponía conceder ocho días más de plazo para aprobar el presupuesto de 2020, que debían haber votado en agosto pasado pero que fue retrasado con una ley de prórroga. Además, fijaba también el 5 de enero como fecha límite para sacar adelante el presupuesto de 2021.

Este ha sido uno de los principales enfrentamientos dentro de la coalición, ya que el pacto de gobierno establecía que se debía aprobar un presupuesto bianual y Netanyahu exigió que se sacase solo adelante el de 2020.

Según analistas, se trata de una estrategia que le permitía tener en la mano la disolución de la Knéset antes de tener que transferir la jefatura del Gobierno a Gantz, en noviembre de 2021, lo que le dejaría a él en funciones el tiempo que se tardase en celebrar elecciones y formar Gobierno, que podrían ser meses e incluso superar el año.

CINCO CONDICIONES DE GANTZ

Gantz, según informa hoy hoy el digital Times of Israel, habría puesto al Likud cinco condiciones para apoyar la prórroga: aprobar los dos presupuestos, hacer todos los nombramientos de altos cargos que estaban suspendidos, cerrar todas las posibilidades que permitieran a Netanyahu no traspasarle el poder como acordado, aprobar las reglas de procedimiento de la Knéset y mantener a Avi Nissenkorn como ministro de Justicia.

“Si lo quieren, lo cogerán. Si no, habrá elecciones", dijo el actual ministro de Defensa, que sin embargo perdió en el último momento apoyos clave dentro de su partido, que tras ser el más votado en los comicios de marzo de este año con 33 escaños, se fue desmoronando y hoy las encuestas le otorgan tan solo cinco diputados.

Netanyahu acusó en el debate parlamentario por la noche a Gantz de "haberse echado atrás en el último momento en los acuerdos que había" y de obligar al país a ir a elecciones en un grave momento de lucha contra el coronavirus.

De confirmarse, estos nuevos comicios serían los cuartos en dos años en Israel, que atravesó el año pasado una profunda crisis política, que se extendió al 2020 y que podría continuar en 2021.