- Los bombardeos estadounidenses perpetrados la madrugada de ayer en zonas fronterizas entre Siria e Irak, que dejaron al menos once muertos entre civiles y milicianos chiíes, marcan un nuevo pico de tensión entre Washington y Teherán por la actuación de las milicias iraquíes a ambos lados de la frontera. En plenas negociaciones para que Estados Unidos e Irán regresen al acuerdo nuclear, cazas F-16 estadounidenses llevaron a cabo dos bombardeos en Siria y uno en Irak.

En Al Bukamal, en la provincia oriental siria de Deir al Zur, el ataque causó la muerte de un menor de 9 años, cinco miembros del grupo de milicias iraquíes mayoritariamente chiíes Multitud Popular y una séptima persona que todavía no ha sido identificada, informó a Efe una fuente militar siria que pidió el anonimato.

Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos señaló que fueron alcanzados un almacén de armas y una posición militar de esa formación armada en territorio sirio, donde lucha en el bando del presidente Bachar al Asad.

De acuerdo con un comunicado de la ONG, con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno, los siete fallecidos en ese lado de la divisoria pertenecían a las filas de la Multitud Popular. En territorio iraquí, murieron cuatro milicianos, según informó la propia agrupación armada, que actúa en coordinación con las fuerzas ordinarias iraquíes bajo el mando del Ejército y con el beneplácito del Ejecutivo.

Según el Pentágono, que no ofreció balance de víctimas, el ataque aéreo fue ordenado por el presidente Biden y se trató de una acción "de precisión" de carácter defensivo contra instalaciones de grupos armados respaldados por Teherán. Washington argumentó que las milicias proiraníes, entre las que citó a las iraquíes Kataeb Hizbulá y Kataeb Said al Shuhadá.

Al Bukamal ya fue objeto a finales de febrero de un ataque de la aviación estadounidense, que bombardeó posiciones y un cargamento de armas de la Multitud Popular.

En respuesta a este ataque, una serie de proyectiles impactaron ayer en una base militar de Estados Unidos en la provincia de Deir al Zur, en el este de Siria. Una fuente militar siria que pidió el anonimato informó a Efe de que el ataque se produjo contra un complejo residencial ubicado dentro de la base, en el campo petrolero de Al Omar, desde donde emanan en estos momentos llamas provocadas por el impacto.