El Banco Central de Rusia ha fijado un límite máximo de 10.000 dólares, que estará en vigor desde este miércoles y hasta el próximo 9 de septiembre, para las retiradas en efectivo de los depósitos en divisas que mantienen los ciudadanos del país, mientras que las cantidades que excedan dicho umbral serán abonadas en rublos al tipo de cambio correspondiente.

La institución presidida por Elvira Nabiullina ha subrayado que la medida no afectará al 90% de los rusos, ya que nueve de cada diez cuentas en moneda extranjera en el país no superan el umbral de los 10.000 dólares, por lo que los titulares de estos depósitos o cuentas en moneda extranjera podrían recibir la totalidad de sus fondos en divisas en efectivo.

Durante los seis de vigencia de esta orden, los ciudadanos podrán continuar manteniendo fondos en depósitos o cuentas en moneda extranjera, que seguirán contabilizándose en la divisa en la que se abrió la cuenta o el depósito, conservando las condiciones, así como el cálculo de los intereses de los depósitos.

Asimismo, mientras que los ciudadanos podrán abrir nuevas cuentas y depósitos en moneda extranjera, los bancos "no venderán divisas en efectivo a los ciudadanos durante la vigencia de la orden temporal". De su lado, será posible cambiar moneda en efectivo por rublos en cualquier momento y en cualquier cantidad.

Alerta de impago "inminente"

Mientras, la agencia de calificación crediticia Fitch Ratings ha vuelto a rebajar la nota de solvencia como emisor a largo plazo de la deuda soberana de Rusia, que pasa a situarse en 'C' desde 'B', como reflejo del riesgo de impago "inminente".

En su análisis, la calificadora de riesgos ha justificado la rebaja de rating como consecuencia en parte del decreto aprobado en Rusia el pasado 5 de marzo que potencialmente podría obligar a redenominar los pagos de deuda soberana en moneda extranjera a moneda local para acreedores en países específicos.

Además, Fitch apunta que, desde finales de la semana pasada, la aplicación de la regulación del Banco Central de Rusia ha restringido la transferencia de cupones de deuda rusa en moneda local a no residentes.

En términos más generales, la agencia advierte de que el aumento de las sanciones y las propuestas para limitar el comercio de energía de Rusia aumentan la probabilidad de una respuesta política por parte del Kremlin que incluya al menos el impago selectivo de sus obligaciones de deuda soberana.

La semana pasada, S&P Global Ratings degradó la nota de solvencia tanto en moneda local como extranjera de la deuda soberana de Rusia hasta 'CCC-' desde 'BB+' ante el creciente riesgo de impago como consecuencia de las sanciones impuestas al país tras la invasión de Ucrania.

Asimismo, la calificadora de riesgos decidió mantener la calificación del país en vigilancia con implicaciones negativas, lo que deja abierta la posibilidad de nuevas rebajas del rating a corto plazo.

De su lado, Moody's recortó este lunes el rating como emisor a largo plazo de Rusia, situándolo en 'Ca' desde 'B3', solo un peldaño por encima de la calificación correspondiente al impago de la deuda, con una perspectiva negativa, ante la expectativa de que los controles de capital introducidos por el Banco Central de Rusia restringirán los pagos transfronterizos, incluido el servicio de la deuda de los bonos del Gobierno.