Teseo es la base de datos en internet que permite informarse sobre las tesis doctorales defendidas en las universidades españolas desde 1976, el hilo que lleva a saber si han sido depositadas en una universidad, aunque no es ni un certificado ni la puerta a la lectura online de la misma.

En la Universidad Carlos III de Madrid, por ejemplo, el doctorando no puede defender su tesis ante el tribunal si no permite que el sistema Teseo incluya un link a la lectura del texto completo. Otras, como la Camilo José Cela de Madrid, donde está depositada la del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la obligatoriedad se restringe al requisito común a todas de presentar tres ejemplares escritos, que pueden consultarse solo in situ, en concreto en su biblioteca, informaron a Efe fuentes de esa institución académica.

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, reclamó ayer al presidente del Ejecutivo que haga pública su tesis para “disipar dudas” sobre la misma y para evitar que, además del caso de la hasta ayer ministra de Sanidad, Carmen Montón, o el del líder del PP, Pablo Casado, exista un “caso presidente del Gobierno”.

Sánchez replicó que su tesis está publicada “conforme a la legislación” y además está colgada en Teseo. El presidente del Gobierno, según informa en la web el repositorio Teseo, leyó su tesis, Innovaciones de la diplomacia económica española. Análisis del Sector Público (2000-2012), el 26 de noviembre de 2012. El trabajo, del que se incluye un breve resumen y para el que, a diferencia de miles de tesis, no hay un link de lectura completa del trabajo.

cómo saber si hay plagio El sistema Teseo, explica el catedrático de Periodismo de la Universidad Carlos III de Madrid y experto en Ciencia, Tecnología y Esfera Pública Carlos Elías, no “certifica” la tesis: “No se puede saber si hay plagio o hay datos inventados, por ejemplo; es simplemente un archivo, la información de que se ha depositado algo que se considera tesis. Hay un problema con hacer publica la tesis y es que colisionan dos enfoques: el que emana de la ley de Protección de Datos y la propia de la filosofía de la Ciencia, es decir que todo lo que se investiga contribuya a construir un edificio de conocimiento”, detalla Elías. Es decir, precisa, si la tesis no es pública, si no puede consultarse libremente y en el momento que se quiera o precise, “no se puede ver si esos datos son reproducibles, si son interesantes y, por tanto, citables ni tampoco se puede saber si están plagiados o son tendentes a error”.

Las entidades académicas tienen a su disposición el programa Turnitin, lanzado en 1997 por la empresa iParadigms LLC, para “prevenir las múltiples formas del plagio” y “salvaguardar” de esa forma el prestigio de la institución que se trate. Cuando las tesis se depositan en la universidad, agrega Elías, se “pasan” por ese programa y si se detecta algún error, voluntario o involuntario, se procede a comunicárselo al alumno para que lo solvente.

Pero en contra de lo que ha dado a entender Rivera, la tesis del presidente sí puede consultarse, según comprobó ayer el diario El País. Eso sí, no es fácil. La única copia que puede consultarse está en la biblioteca del campus de la universidad privada Camilo José Cela, en Villanueva de la Cañada, a unos 30 kilómetros de Madrid. Puede leerse, pero no fotocopiarse ni hacer fotos.

Para consultar la tesis es necesario rellenar una ficha con los datos personales, mostrar el DNI y precisar el motivo de consulta. El firmante se compromete a no reproducir fotográficamente las páginas y a no hacer uso del contenido según lo que indica “la legislación vigente de propiedad intelectual”. ¿Por qué esta tesis, relativamente reciente, no está digitalizada? “El autor decide. Es lo que dice la normativa”, contesta una trabajadora citada por el periódico.

La normativa actual, el real decreto 99/2011, obliga a la universidad a archivar todas las tesis doctorales en formato electrónico “abierto”, pero Sánchez leyó su tesis después, en 2012, por lo que no le afecta este real decreto sino el anterior, de 2007, que no decía nada sobre la publicidad de las tesis doctorales. La del presidente, que consta de 10 capítulos y está llena de tablas, gráficos y notas a pie de página, con una sección de 158 referencias bibliográficas tenía ayer cola para ser consultada por los periodistas. De hecho, la universidad había previsto ampliar su horario de biblioteca ante de la demanda para acceder a la tesis. - D.N.