pamplona - Pablo Casado aprobó su máster en la URJC tras convalidar 18 de 22 asignaturas, por lo que solo tuvo que realizar cuatro trabajos de unos 90 folios -calificados con sobresaliente-. Sin embargo, el Tribunal Supremo cree que el reconocimiento de créditos a Casado no es indicativo de delito, sino más bien un “cuando menos, irregular comportamiento de los responsables del máster”. Tampoco se le puede achacar penalmente el uso del título, pues es un hecho “irrelevante penalmente” en tanto que es posterior a la supuesta prevaricación que, en cualquier caso, el Supremo no aprecia.

La importancia de asistir o no a clase, señala el Supremo, es “relativa” ya que, según explicó la jueza en su exposición razonada, en el aula “no se pasaba lista” y la asistencia puntuaba en una asignatura “solo con un 10%” aunque advierte que “es cierto que no consta que se cumpliera con el otro 90%”. En cualquier caso, insiste el Supremo, el hecho de que Casado se beneficiase de esto no indica “de forma suficientemente consistente que ha existido un previo acuerdo ilegítimo con el profesor”. De esta forma, descartados los indicios de prevaricación, señala la Sala, el cohecho quedaría también excluido por estar prescrito.

Aún así, el Supremo aclara que, de darse este delito, debería existir “alguna vinculación apreciable entre el regalo” y la función de diputado en la Asamblea de Madrid, que entonces ostentaba Casado, que no entra a valorar. Sin embargo, la jueza Rodríguez-Medel sí consideró que es un delito conexo al de prevaricación administrativa, que aún no ha prescrito y en el que, a su juicio, Casado cooperó para su comisión.

Respecto al delito de cohecho impropio, el tribunal subraya que la valoración de los hechos debe realizarse en relación con la posición del aforado en el momento de su ejecución, cuando era diputado de la Asamblea de Madrid, por lo que “deberá existir alguna vinculación apreciable entre el regalo que se dice recibido en la exposición razonada y su función como tal diputado”. Según los magistrados, el hecho de que fuera presidente de Nuevas Generaciones del PP tampoco implica la condición de autoridad o funcionario público. - D.N.