pamplona - Las calles de Bilbao y Baiona acogerán mañana sendas manifestaciones para reclamar a los gobiernos español y francés que acaben con el “régimen de excepción al que se ven sujetos” los presos del EPPK. Como ya ocurrió en la marcha de octubre en San Sebastián, la reivindicación, liderada por Sare, volverá a contar con el respaldo unánime de los sindicatos vascos y una amplia representación de las formaciones políticas.

Ambas marchas arrancarán bajo el lema Orain, presoak a las 17.00 horas y lo harán con la misma reivindicación y los mismos destinatarios: los gobiernos español y francés. En la agenda vuelven a estar el final del alejamiento, y la excarcelación de los reos gravemente enfermos y de los mayores de 75 años. Los allegados de los presos y los partidarios de otra política penitenciaria tampoco olvidan la reclamación de la libertad condicional para quien ya haya cumplido las tres cuartas o dos terceras partes de la condena, tal y como recogen las legislaciones española y francesa, respectivamente.

Sobre todo tras un año 2018 “agridulce”, según reconoce el portavoz de Etxerat, Urtzi Errazkin. “Empezó a haber acercamientos y algunos DPS que se quitaban”, alude Errazkin a la retirada de la calificación de presos que exigen peculiar vigilancia y cuyos derechos están limitados respecto al resto de reclusos. Aun así, y cuando parecía que la vía francesa se abría paso, lamenta que el año ha acabado “viendo cómo la delegación de Iparralde que se reunía con el Gobierno francés decía que se había vuelto a un bloqueo y las cosas se habían quedado a medias”.

Tampoco al sur del Bidasoa las cosas son mucho mejores. “Cuando en verano Pedro Sánchez asume el Gobierno hace unas declaraciones con expectativa de empezar a hacer cambios penitenciarios, pero acabado el año no ha habido nada de lo que dijo”, resume el portavoz de Etxerat, que considera que “se han creado expectativas que no se han cumplido y eso revictimiza la situación de los familiares y allegados”.

El 2018 también ha dejado un aspecto muy positivo, a tenor de Errazkin, ya que “la situación política y social en Euskal Herria ha cambiado. Todos los sindicatos y todos los partidos salvo PP y UPN se han pronunciado ya a favor del cambio penitenciario, y eso hay que tenerlo en cuenta”.

En este momento son 265 los presos del denominado Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK, en sus siglas en euskera). Tres de ellos permanecen en su casa en prisión atenuada por enfermedad, otros cuatro están presos en las prisiones de la CAV o Navarra; y el resto, salvo uno que está en Portugal, en las prisiones del sistema penitenciario español y francés. “Más del 60% de los presos en el Estado español se encuentra a más de 600 kilómetros de casa”, denuncia Errazkin, quien cifra por debajo del 10% los que están a menos de 400 kilómetros. Una decena de presos, algunos desmarcados de ETA, internos en el sistema penitenciario español han sido acercados a lo largo del segundo semestre.

Una situación que contrasta con la francesa, que comenzó a cambiar con la entrada de 2018 y que deja a cerca del 60% de los 46 presos internados al norte de los Pirineos en Mont-de-Marsan y en Lannemezan (a menos de 400 kilómetros de casa).

Entre Estrasburgo y Marlaska La cuestión penitenciaria sigue mirando a los tribunales, que en 2018 han dejado una noticia de especial relevancia en el futuro penitenciario de cerca de 60-70 presos. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo dictaminó en octubre que “el Derecho español no contemplaba que las penas cumplidas en Francia se tomaran en cuenta” cuando estas fueron dictadas.

De esta manera, la Corte comunitaria no vio nada reprochable en la transposición que hizo España de la legislación europea, en la que excluyó específicamente aplicar este doble cómputo entre condenas similares cumplidas en países comunitarios en aquellos casos dictados “con anterioridad al 15 de agosto de 2010”.

La vía de los cambios se reduce, de nuevo, a la política. El Congreso debatió hace menos de un mes a propuesta del PNV modificar la Ley Orgánica 7/2014 para quitar la excepción de la fecha del 2010, aunque el pleno de la Cámara Baja votó en contra de la propuesta, mientras el PSOE se abstuvo.

“Creemos en lo que pasa, en los pasos que se dan, no en los que se dice que se van a dar”, concluye el portavoz de Etxerat en referencia a los pasos que La Moncloa ha anunciado frente a los que ha terminado de dar desde que Sánchez relevó a Rajoy en junio. “Estos años hemos espabilado, porque hemos oído muchas cosas, pero al final pasa lo que sucede”, asegura, al tiempo que cree que en este tiempo “prácticamente nada ha cambiado y cada fin de semana cientos de ciudadanos vascos se ponen en carretera siendo víctimas potenciales”.

“Solemos decir que seguimos igual, pero no es verdad, porque cada día que pasa, cada fin de semana, nuestra situación es peor: físicamente, económicamente, con nuevos accidentes? Cada vez estamos peor”, matiza Errazkin, quien mientras no haya evidencias tampoco confía en el protocolo Marlaska, pensado en la situación de los presos gravemente enfermos, como el exministro y expresidente valenciano Eduardo Zaplana, por cuya liberación abogó el exlíder del PP de la CAV Carlos Iturgaiz, al igual que en el caso de los reos del EPPK.

“Si para un preso pedimos humanidad, lo deberíamos pedir para todos, y que fueran puestos en libertad inmediatamente”, comparte Errazkin estas declaraciones de Iturgaiz antes de recordar que “en este momento hay 21 presos gravemente enfermos y el número de presos desciende, pero el de gravemente enfermos crece por las circunstancias y el tiempo que están en las cárceles”.

Errazkin entiende que el objetivo a corto plazo debe ser mantener la “sintonía” entre la gran mayoría de agentes políticos y sociales vascos y lograr así “presionar a los dos Estados frente un bloqueo ante el que la sociedad vasca está harta”.

Las dos manifestaciones volverán a llevar estas demandas a las calles de Bilbao y Baiona. Para saber lo que deparará el 2019 en materia penitenciaria, habrá que esperar más.

Jaiki Hadi. Los médicos del colectivo Jaiki Hadi Iñaki Brouard y Xabier Onaindia exigen que Instituciones Penitenciarias haga caso omiso a la petición de Covite de tener acceso a los expedientes médicos de los presos que puedan ser excarcelados por su estado de salud en una carta que publica hoy este diario.

EH Bildu. Los portavoces de EH Bildu Maddalen Iriarte y Julen Arzuaga reclamaron ayer, ante la marcha de mañana, “desandar el camino de la dispersión”, al tiempo que pidieron transferir a la CAV la competencia de prisiones.

Gogoan. La Asociación Gogoan, en la que se hallan personalidades como el exrector de la UPV/EHU Pello Salaburu y antiguos miembros de Gesto por la Paz, pidió ayer una política penitenciaria “humanitaria orientada a la reinserción de los presos de ETA”, a quienes reclamaron nuevos pasos para reconocer “el daño injusto causado”. Además, recordaron que reivindicar los derechos de estos reos “no implica avalar su ideario, ni mucho menos implica avalar la teoría del conflicto”.