pamplona - El comisario jubilado José Manuel Villarejo acumuló una gran fortuna con sus negocios, según acreditan las pesquisas judiciales. El valor de los bienes, acciones y dinero embargado por la Justicia al policía asciende a 20 millones de euros, según informó el diario El País, citando fuentes de la investigación. Ante el volumen de los bienes confiscados -solo en propiedades inmobiliarias son 22 pisos, chalés, locales y plazas de garaje-, la Fiscalía Anticorrupción estudia solicitar al juzgado la administración judicial de todo su patrimonio.

Si se aprueba la administración judicial de los bienes del comisario jubilado, el juez Manuel García-Castellón, actual instructor del caso, nombrará un administrador que se encargará de la gestión, protección y asistencia del patrimonio bloqueado. Esta figura jurídica de carácter temporal constituye un medio de garantía, control y protección de los derechos de las partes en un procedimiento. La defensa de Villarejo ha solicitado sin éxito el levantamiento del embargo preventivo de sus bienes.

Catorce meses después de su detención, los investigadores han logrado bloquear un ingente patrimonio. Las propiedades inmobiliarias en Madrid y Málaga fueron trabadas el pasado agosto y están valoradas en unos diez millones de euros. La lista de inmuebles es larga. En Madrid, un chalé de 285 metros en Boadilla del Monte, un piso de 127 metros y dos garajes en Las Rozas. En Estepona (Málaga), dos casas de 136 y 118 metros cuadrados, un local comercial de 1.000 metros y una docena de trasteros y garajes.

A las acciones confiscadas provisionalmente de diferentes sociedades patrimoniales del policía jubilado se les otorga un valor aproximado de cinco millones; los otros cinco corresponden a lo acumulado en cuentas bancarias en España. En total unos 20 millones, según una estimación inicial de los investigadores. El comisario jubilado está en prisión acusado de organización criminal, cohecho y blanqueo de capitales.

La relación de Francisco González con Villarejo fue más estrecha de lo que se conocía hasta ahora. El presidente de honor de BBVA recurrió al agente encubierto incluso para planificar sus vacaciones. Según prueban documentos de la entidad difundidos por El Confidencial, el banco pidió al comisario en julio de 2016 que evaluara el peligro al que se exponía González si realizaba un crucero por aguas de la costa turca ese verano, como tenía planeado. La auditoría de riesgos se abonó con dinero del banco.

El encargo confirma que la relación de BBVA con Villarejo se prolongó al menos durante los 12 años siguientes a la operación Trampa, el macroespionaje que ejecutó el banco en 2004, para frustrar la operación de Sacyr dirigida a hacerse con el control. - D.N.