pamplona - Clarísima e inequívoca. La directora general de Industria, Energía e Innovación del Gobierno de Navarra, Yolanda Blanco, reafirmó ayer ante los parlamentarios su convencimiento y determinación sobre la decisión que tomó como integrante del consejo de administración de Sodena para conceder un millón de euros de préstamo a Davalor Salud en 2015. “Cuando yo vi este proyecto, lo tenía clarísimo, clarísimo, con toda la información que había elaborado Sodena, que es muy extensa, con el acuerdo de gobierno. Me parece que sería muy difícil tomar otra decisión. En Navarra, no nos podíamos permitir, ni el Gobierno anterior, ni este ni el siguiente dejar pasar un proyecto así”, declaró en la comisión de investigación del Parlamento foral sobre las actuaciones de Sodena, en este caso en la concesión de préstamos.

No dejó margen a las dudas que trataron de plantear los parlamentarios. “Davalor era una pyme de Navarra con necesidades de financiación, el objeto de Sodena es ayudar a las pymes con necesidades de financiación. La empresa tiene un proyecto de i+D de libro: trabaja con las universidades, tiene publicaciones, patentes, y ha desarrollado, un equipamiento médico made in Navarra. Habitualmente, vamos al hospital, a la óptica, y todo está fabricado en EEUU, Alemania, China... Esto ya lo tenían hecho, ¡en Navarra! Les faltaba llegar al mercado y resolver, por supuesto, toda la dificultad económica que tenía la empresa. Pero, sobre todo, este proyecto tenía otra cosa: generación de empleo -que tenía proyecciones de contrataciones- y retención de talento... Llevamos formando en la UPNA durante 20 años generaciones de ingenieros de Telecomunicaciones y nos cuesta un dinero y, al final, se van todos fuera. Cuando yo vi este proyecto, lo firmé totalmente convencida. Es de los proyectos más claros que nos ha llegado a Sodena. También tengo clarísimo que la I+D es un elemento de riesgo y necesita apoyo público”, afirmó. Yolanda Blanco acababa de llegar a la dirección Industria, Energía e Innovación del Gobierno de Navarra en 2015, pero sobre su criterio le avalan dos décadas (desde 1999) como ingeniera al servicio del Gobierno de Navarra, habla cuatro idiomas (castellano, euskera, alemán e inglés), es especialista en Bioinformática: Genómica y Biología Molecular y en Economía de las Telecomunicaciones, ha participado en grupos de trabajo e investigación en universidades de Rusia, EEUU, Italia, China, Japón, Alemania, Australia y Reino Unido. Y antes de formar parte de la plantilla técnica de la Administración foral, fue profesora asociada en la UPNA, consultora y también se desempeñó en la empresa privada tanto en España y como en Alemania.

Así, hasta el parlamentario de UPN José Luis Sánchez de Muniáin que estaba tratando de sonsacar su propias conclusiones aun antes de plantear las preguntas oportunas, tuvo que doblegarse ante la evidencia: “Ya está demostrado que Davalor era un proyecto bueno para Navarra que merecía la atención de Sodena desde el año 2011”. No obstante, Sánchez de Muniáin se agarró de nuevo al informe técnico de Sodena que señalaba las dificultades y la viabilidad económica de la empresa. A lo que Yolanda Blanco le contestó que nunca hubo cambio de criterio, que asume y comparte todas las conclusiones de ese informe “entero”. “Todo”. Incluso que la postura que abordó su consejo en 2015 fue “más conservadora”: “Ese informe, y como el consejo anterior, valoramos muy positivamente el proyecto. Lo único que cambia de un consejo a otro es que el anterior valora entrar al capital de la empresa -que también me parece una buena idea-, pero al entrar en el capital asumes las deudas que tiene la compañía, mientras que si le das un préstamo no lo haces así. De hecho, la decisión que se tomó, conceder un préstamo, fue más conservadora y exponía menos el dinero público”, explicó y dejó callado a Sánchez de Muniáin. Yolanda Blanco reiteró que a Davalor “se le da un préstamo para que siga viva y busque inversores”. “Teníamos que apostar por ello” y también “por todos los proyectos de I+D que se planteen en Navarra”. En su opinión, la información con la que contaban era “suficiente” y “bastante más extensa de la que se usa en otras ocasiones”.

desarrollo regional “La misión en Sodena es de administración pública, no de inversor a corto plazo, de apoyo a empresas en dificultades y que no obtienen financiación en el mercado. Ahí tiene que intervenir la Administración”, opinó Blanco. “Sodena económicamente tiene una rentabilidad desde 1984 a 2016 del 24%, pero es que Sodena hay que verla como un instrumento de desarrollo regional”, defendió Blanco, para exponer que en realidad “no recuperamos ese 24% de dinero, sino el desarrollo de la Comunidad, bienestar, las empresas creadas, el empleo... el retorno era claro en este caso, con una máquina que hacía mejores diagnósticos y tratamientos”. “Sodena entra a apoyar a las pymes que tienen dificultades, si no irían al banco o a entidades privadas que les darían el dinero”. Sobre las “prisas” del vicepresidente para dar el préstamo a Davalor al llegar al Gobierno, la directora general subrayó que solo puede decir que “su forma de trabajar es muy ejecutiva”.

“¿Fue este el mayor error del consejero y vicepresidente Ayerdi?”, le increpó el socialista Guzmán Garmendia. “¿Error? No, de ninguna manera, yo volvería a darle dinero a este proyecto”, declaró Blanco. “En Navarra tenemos que apostar por estos proyectos tecnológicos”, reflexionó, para agregar que Sodena prestó 2,6 millones a este proyecto y “la inversión necesaria era de 37 millones”. “Es menos de un 10%, es muy poco dinero lo que hemos puesto”, incidió la directora general de Industria. “Me gustaría que quien tenga dinero intente sacar este proyecto adelante... porque el equipo está y funciona”, concluyó. - D. Burgui