Bruselas - Duras declaraciones de Donald Tusk en la víspera de la visita de la premier británica Theresa May a Bruselas. El presidente del Consejo Europeo afirma que desea “un lugar especial en el infierno” para aquellos que han promovido el brexit sin un plan para llevarlo a cabo. Además, le pedía a May que traiga un plan realista en su visita a la capital comunitaria.

Se acabaron las amables citas al Imagine de John Lennon o las referencias a Theresa May como “una gran amiga”. Donald Tusk elevaba el tono para remarcar la gravedad de la situación actual con respecto al brexit y lanzaba un incendiario mensaje a aquellos brexiters que apoyaron la salida del Reino Unido de la UE, pero no pronosticaron un plan para abandonarla. Concretamente se preguntó cómo será el “lugar especial en el infierno” que tienen reservado. “Me he estado preguntando qué aspecto tiene ese lugar especial en el infierno para aquellos que promovieron el brexit sin ni siquiera un esbozo de un plan de cómo llevarlo a cabo”.

Esta afirmación es una clara referencia a quienes bloquean en el Parlamento británico el Acuerdo de Salida firmado en noviembre por Bruselas y Londres. El lugar donde lo pronunció, en una declaración de prensa junto al primer ministro de Irlanda, le daba todavía más potencia a esta frase, que podría aumentar el rechazo entre quienes defienden el brexit con más pasión dentro de las filas de la primera ministra.

El polaco volvió a insistir en que “no se hará una nueva oferta” a May, que visita hoy a los presidentes del Consejo, de la Comisión y del Parlamento y se refirió a aquellos que aún albergan esperanzas de que el Reino Unido permanezca en el club comunitario. “Los hechos son inconfundibles”, esgrimió, afirmando que tanto May como Jeremy Corbyn, líder laborista, mantienen un liderazgo pro-brexit.

Tusk pidió a la premier británica que traiga en su visita de mañana un “plan realista”, al tiempo que volvía a poner en valor la necesidad de tener el backstop para mantener los Acuerdos de Paz firmados en la isla de Irlanda.

May ha pedido reabrir el acuerdo firmado por ella misma para incorporar “cambios” a ese backstop. La primera ministra apoyó la semana pasada una enmienda en Westminster que pedía buscar “soluciones alternativas” a esta salvaguardia. Al mismo tiempo el presidente del Consejo afirmaba que se sigue trabajando para evitar “el posible fiasco” que supondría que no hubiese acuerdo sobre la salida británica.

Por su parte, Leo Varadkar, primer ministro de Irlanda, agradeció el papel de los estados miembros y de las instituciones comunitarias en el apoyo a “un país pequeño” como el suyo. Varadkar destacó que hay que “asegurarse” que no exista un retorno a la situación anterior a los Acuerdos de Paz, con una frontera física entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte.

El líder irlandés también señalaba que se continúa y se “intensifica” la preparación para un escenario en el que el Reino Unido abandone la UE de manera abrupta. La salida está marcada para el 29 de marzo, aunque ayer el Partido Laborista apoyaba la petición de una extensión del Artículo 50, que permitiría aplazar temporalmente esa salida.

“No habrá renegociación” El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, aseguró ayer, según relata Efe, que la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, “sabe” que la Unión Europea no está dispuesta a renegociar la salvaguarda irlandesa. “Tendré el placer de dar la bienvenida a la primera ministra británica y ella sabe que la Comisión no está preparada para reabrir la cuestión”, declaró el político luxemburgués en referencia a la salvaguarda tras reunirse con el primer ministro de la República de Irlanda, Leo Varadkar.

Destacó que esa es la posición común de los 27 países que seguirán en la UE tras el brexit y de la CE. Sobre esa solución de emergencia para evitar una frontera física entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte, señaló que se necesita “por motivos obvios y vitales”. “La salvaguarda es una garantía para Irlanda y es una garantía para la UE porque la frontera irlandesa es una frontera europea”, comentó, y subrayó que no se trata de una cuestión “bilateral” entre Dublín y Londres, sino de un asunto “europeo”. Añadió que por ese motivo la UE “no puede aceptar” la idea de que el acuerdo pactado se pueda reabrir.

retrasar el ‘brexit’ ocho semanas

Gobierno. Los ministros del Gobierno británico han mantenido reuniones secretas para abordar un posible retraso de ocho semanas del brexit, según informó ayer el diario The Telegraph. De acuerdo con el citado medio, los miembros del gabinete de la primera ministra, Theresa May, buscan que la UE acepte un “periodo de gracia” de dos meses para aprobar la legislación necesaria de cara a materializar el brexit. Un aplazamiento de ocho semanas supondría que finalmente el brexit se produciría el 24 de mayo de 2019, casi tres años después del referéndum del 23 de junio de 2019 que sentenció el “divorcio” con Bruselas. - Efe

May se encuentra con la división

Unionistas con el ‘brexit’. El Partido Democrático Unionista (DUP) -mayoritario entre la comunidad protestante y socio del Gobierno británico- y el Partido Unionista del Ulster (UUP), le pidieron, entre otras concesiones, que obtenga de la UE garantías “legalmente vinculantes” sobre los posibles cambios introducidos en la salvaguarda. “Nuestro mensaje ha sido simple. El acuerdo de salida es defectuoso porque la salvaguarda socavará la integridad económica y territorial del Reino Unido”, dijo Arlene Foster, líder del DUP, cuyos diez diputados permiten gobernar a May.

Nacionalistas con la UE. Por contra, las formaciones nacionalistas-católicas Sinn Féin y Partido Socialdemócrata Laborista (SDLP), segunda y tercera fuerza de Irlanda del Norte, respectivamente, recordaron, en sintonía con el multiconfesional Partido Alianza, que el backstop es la única solución para mantener abierta la frontera tras el brexit, clave para las dos economías de la isla y su proceso de paz. La presidenta del Sinn Féin, Mary Lou McDonald, acusó a May de actuar de “mala fe” al renegar del acuerdo que ella misma pactó con Bruselas.