Pamplona - Navarra cerró el pasado año con superávit por segundo ejercicio consecutivo. Un saldo positivo de 116 millones que permitió además recortar la deuda pública en 187 millones, la primera reducción de endeudamiento desde el inicio de la crisis hace más de diez años. “Si se gestiona con rigor, es compatible la sostenibilidad financiera de las cuentas públicas con un aumento de los recursos para gasto social”, enfatizó ayer visiblemente satisfecho el consejero de Hacienda, Mikel Aranburu, que subrayó que al cierre del ejercicio presupuestario de 2018 Navarra muestra “unas cuentas públicas saneadas”.

Un balance del que ayer dio cuenta el consejero, pero que sirve también como conclusión de una legislatura que Navarra arrancó en riesgo de “insolvencia”, y que culmina cuatro años después con un equilibrio presupuestario que incluso va a permitir reducir la deuda neta de la comunidad. De esta forma, la Comunidad Foral cumplió con todas las exigencias que fija la Ley de Estabilidad Presupuestaria en cuanto a déficit, deuda pública y regla de gasto.

En cuanto al primer requisito, Navarra cerró por segundo año con superávit, esta vez de 116 millones, el 0,56% del PIB. La mitad, unos 60 millones, se corresponden con una mayor recaudación de la estimada inicialmente, y otros 22 millones con ingresos no tributarios no previstos. El resto, 34 millones, son inejecuciones presupuestarias, es decir, gastos que por diversos motivos no se ejecutaron en su totalidad. Supone aproximadamente el 0,85% del presupuesto anual.

El superávit es ligeramente inferior al del año anterior, que estuvo condicionado por los ingresos extraordinarios que supuso la actualización del Convenio Económico y la devolución por parte del Estado del dinero que había cobrado de más los años anteriores. No obstante, los ingresos vuelven a ser mayores que los gastos por segundo año consecutivo, lo que consolida una senda de estabilidad presupuestaria que se había descontrolado con la crisis económica. Solo entre 2011 y 2013 Navarra acumuló un déficit cercano a los 1.000 millones que hubo que compensar con la emisión de grandes cantidades de deuda pública.

menos Deuda El superávit presupuestario también ha permitido reducir la deuda pública, que se mantiene todavía en términos altos, pero que por primera vez desde 2008 logra reducir el endeudamiento. Durante el último año la deuda se redujo en 187 millones, fundamentalmente tras la amortización en marzo de un préstamo formalizado en 2014, con un tipo fijo del 3,862% y vencimiento en 2024, que suponía un coste anual en intereses de 4,9 millones, el más caro de los que tenía vigente el Gobierno. Con esa operación, Hacienda estima ahorrar 17,5 millones en 6 años en intereses.

De esta forma, el endeudamiento queda así en el 16,8% del PIB, por debajo del 17,7% máximo que había fijado el Estado, y la deuda neta en 3.441 millones, 202 millones menos que el límite fijado desde Madrid. “La reducción de la deuda es importante porque es una losa sobre las generaciones futuras”, señaló Aranburu.

El consejero también dio por cumplida la regla de gasto. Un figura contable controvertida, porque consiste en limitar el gasto público de las administraciones aunque estas tengan dinero, priorizando así el pago de la deuda pública sobre cualquier otro proyecto tal y como recoge el artículo 135 de la Constitución aprobado en plena crisis. Aranburu señaló ayer que Navarra también se mantuvo dentro de los parámetros fijados por el Ministerio de Hacienda, que había marcado el 2,4% de incremento para las principales partidas.

Un equilibrio presupuestario que el Gobierno foral ha hecho compatible además con un incremento de la inversión pública, que ha crecido un 15,5% respecto a 2015. Un aumento de casi 550 millones anuales de los que el 70%, 384 millones, se han destinado a mejorar la financiación de la sanidad, la educación y los derechos sociales.

pendiente de los ingresos

El Estado, sin representantes. Navarra tiene previsto abonar al Estado 545 millones en concepto de aportación por las competencias no transferidas, y el Gobierno central eleva la cantidad a 590. Aranburu destacó que organismos como la Airef ven la previsión de ingresos del Gobierno central, que es la que determina la cifra final, demasiado optimista, por lo que consideró que finalmente la aportación estará cerca de la previsión de Navarra. En cualquier caso, se concretará sobre ingresos reales en la Comisión Coordinadora. El Gobierno del PSOE todavía no ha nombrado a sus representantes.