pamplona - Ni la presencia de UPN en la manifestación ultraderechista contra el Gobierno de Sánchez, ni los continuos emplazamientos de Javier Esparza a pescar votos del caladero del PSN han hecho cambiar de opinión a María Chivite. La secretaria general de los socialistas navarros sigue sin descartar a UPN de posibles pactos postelectorales tras los comicios forales del 26 de mayo, mientras se agarra a una quimera para no aclarar qué hará con sus escaños tras los comicios.

“El PSN tiene muy claro qué quiere hacer tras las próximas elecciones, y es liderar el próximo Gobierno”, dijo Chivite a modo de escapatoria. “Tenemos un magnífico borrador de programa electoral, y con aquellos que estén de acuerdo en términos generales con este programa estaremos dispuestos a acordar”, añadió.

Hasta ahora, Chivite ha descartado acuerdos de gobierno con EH Bildu, PP y Vox. Sin embargo, no extiende esta línea roja a los regionalistas, pese a que es realmente complicado ver las diferencias con el PP, incluso para ella misma. “Cada día lo vemos más mimetizado con el PP y la derecha española”, señaló Chivite sobre UPN, partido del que aseguró que “ha decidido sumarse a quienes quieren acabar con el régimen foral” y con “los que quieren retroceder en derechos, por ejemplos para las mujeres, como es el caso de las propuestas del PP y Vox sobre la Ley del Aborto o de Violencia de Género”.

Pese a que Esparza sabe que cualquier posibilidad de volver a gobernar en Navarra pasa por acordar con el PSN, el presidente de UPN no se corta en sus críticas a los socialistas.

“El PSN tiene que aclarar a sus votantes qué es lo que va a hacer; ya ha dicho públicamente que quiere ser el salvavidas de Geroa Bai, que quiere gobernar con los nacionalista y hay mucho votante del PSN que no está cómodo en esa posición”, señaló Esparza, antes de volver a pedir el voto a la militancia del PSN. “Hay votante socialista en Navarra al que nosotros estamos pidiendo su confianza y yo no tengo duda de que va a terminar votando a UPN”.