PAMPLONA ? Casi veinte minutos ha tardado Pedro Sánchez en desvelarla fecha de las elecciones generales ?el 28 de abril? en unadeclaración institucional atípica que se convirtió en el primermitin de precampaña del presidente del Gobierno y candidato ala reelección. Porque eso es lo que duró esta declaración quese esperaba breve y solemne y que acabó siendo un discurso políticodel presidente, repleto de reproches, entre ellos al independentismopor impedir los presupuestos "más sociales" y abocar la legislaturaa un final temprano. Pero también, y sobre todo, con sus críticasa la derecha, y con una advertencia que posiblemente repetiráuna y otra vez de aquí a la cita con las urnas. Y es la de queél defiende una España en la que "caben todos" y esa es su "grandiferencia" con los líderes de "la foto de la plaza de Colón",que apuestan por una España en la que "solo caben ellos".

En sus veinte minutos de declaración, ?tras la cual aceptó cincopreguntas de la prensa? Sánchez hizo balance de estos casi nuevemeses al frente de un Ejecutivo nacido de la moción de censuray cuya legitimidad, una vez más, insistió en defender. Recalcóque su acción de Gobierno se ha centrado en tres ejes: el crecimientoeconómico y de empleo, la reconstrucción del Estado de bienestary el fortalecimiento de las instituciones y puso en valor lastrece leyes y los veinticinco decretos aprobados. Todos ellos,dijo, pensando en la "mayoría social".

Y tras el balance, los reproches. Sánchez habló de una oposiciónque "no ha atendido a razones" y que ha estado "alejada de losparámetros del sentido común y de la moderación". Sánchez justificósu decisión final de adelantar los comicios al explicar que sele presentaba la disyuntiva de seguir gobernando con unos presupuestosque no son los suyos ?son del Gobierno de Mariano Rajoy? y que"incumplen las exigencias sociales" del país o creer que "Españano tiene un minuto que perder" y necesita "avanzar".

"La decisión, como siempre ha sido, está en manos de las españolasy los españoles. Ellos y ellas decidirán el futuro de Españacon su voto en las urnas y lo que decidan siempre, siempre siempreserá un gran acierto. Gracias". Con esta frase finalizó el jefedel Ejecutivo y ya candidato a la reelección la extensa explicaciónde la decisión que ha tomado. Después, Sánchez defendió la fechaelegida finalmente ?tras unos días en los que el Ejecutivo seha debatido entre ese día y el 14 de abril? con la que descartatambién unir estos comicios a los autonómicos, locales y europeosde mayo, porque considera que es "importante hablar de Españay no mezclar debates".

Y defendió también haber intentado aprobar sus presupuestos sinesconder que de esta forma la ciudadanía ha conocido la "hojade ruta" que tienen los socialistas y con la que van a elecciones.Aunque después admitió que sin cuentas no podía seguir adelante."Llámenme clásico pero sin presupuestos no se puede gobernar",dijo. Pero sobre todo, Sánchez contrapuso en esta comparecenciasu forma de gobernar, que consideró "humilde, noble, ejemplary limpia", con la "crispación" que han mostrado otros. E insistió,pese al fracaso de sus conversaciones con el independentismoen que los socialistas seguirán defendiendo el diálogo siempre."Siempre, siempre, siempre," repitió Sánchez, quien subrayó tambiénque gracias a ese diálogo ha habido logros en otras materiascomo la económica y laboral.

Sánchez no quiso especular sobre con quién querría o intentaríapactar tras los comicios para volver a ser investido presidente.Sí hubo un reproche claro a Ciudadanos, cuando dijo que le sorprendeque le pongan un cordón un sanitario a él y no a la ultraderecha.Pero insistió en no adelantarse a los acontecimientos. Al finy al cabo la campaña acaba de empezar y queda mucho por decir.

Sánchez finalizó su comparecencia llamando a la movilizacióny a la máxima participación. Un mensaje propio de cualquier presidenteque convoca elecciones pero también de cualquier candidato encualquiera de los mítines que a partir de ahora va a protagonizar,al igual que sus rivales.

Pablo Casado llega a su primera campaña mucho antes de lo quepreveía, con apenas 200 días como presidente popular. Su campañase basará en dos ejes. El primero y principal, el de la unidadde España, en el que Casado se presentará como antídoto a Sánchezy los independentistas. Y el segundo, el de la gestión económicay las apelaciones al voto útil, presentando al PP como el únicopartido que sabe llevar las riendas del país.

"O Frente Popular o Partido Popular". El PP plantea la campañacomo una batalla entre dos frentes: la suma con Ciudadanos yVox frente al PSOE, Podemos, "independentistas y batasunos". Dicho de otro modo, pretende afianzar la alianza de lo quellama "el espíritu de Colón", en alusión a la protesta españolistaque él vende como un triunfo pese al fracaso de asistencia. ElPP se quiere diferenciar de Vox y Ciudadanos más por la vía delos hechos consumados ?escenificando su "superioridad" en lagestión y la mayor utilidad de su papeleta ante el miedo a queSánchez reedite su mayoría parlamentaria? que por la confrontaciónpolítica directa.

Rivera se sitúa ya en la parrilla de salida de una competicióncara a cara con Casado. El premio es ver quién sale convertidoen alternativa a Sánchez, en posición de fuerza para comandarel bloque de derechas y, por tanto, sus reglas. Entre ellas,una clave: el marco de la relación con Vox.

Rivera, que durante meses hizo funambulismo para ni mencionara Vox, ahora desecha todo "cordón sanitario" contra el partidoy valida la vía andaluza. "La pluralidad política tiene que estargarantizada. Desde la discrepancia, con partidos populistas sepuede llegar a acuerdos", expuso.

Podemos quizás sea la formación a la que peor le casan las urnas.La grave crisis que atraviesa tras la espantada de Íñigo Errejón,el permiso por paternidad de Pablo Iglesias hasta abril y lasencuestas dibujan un escenario a la baja, con una importantesangría de votos. ? D.N.

Sondeos. En estos momentos, el PSOE sería la opción preferidapor los electores con algo más de tres puntos de ventaja sobreel PP. En tercera posición se encontraría Ciudadanos, aún pordebajo del 20% de voto en su pugna con los populares por el liderazgodel centro derecha. Unidos Podemos llega a la precampaña conunas expectativas electorales más desfavorables que a las de2016, con un apoyo que se traduciría en torno al 15% de las papeletas.Vox prosigue su ascenso, cerca de consolidarse por encima del10%, según el clima que dibujan las encuestas de los principalesmedios españoles, aunque puede verse perjudicada por la ley electoral.

Bloques. La suma de Cs, PP y Vox roza el 50% de intención devoto en la mayoría de estimaciones de voto, mientras que unacoalición de PSOE y Podemos orbita en el 40%.