La diputada del PP Celia Villalobos deja la política activa, por lo que al terminar esta legislatura abandonará su escaño en el Congreso, donde es la presidenta de la Comisión de Seguimiento y Evaluación de los Acuerdos Pacto de Toledo, cuyos trabajos han encallado al no llegar a un acuerdo. Villalobos, también vocal de la Comisión de Presupuestos y de la Comisión de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, confirmó ayer que ésta será su última legislatura, con lo que cierra una larga trayectoria como parlamentaria y vinculó su marcha a que apoyó la candidatura de la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría en las primarias del PP, que fue derrotada por Pablo Casado.

En agosto del año pasado, la diputada malagueña fue apartada de la Diputación Permanente del Congreso, de la que formaba parte desde 1989, dentro de los cambios que el PP realizó en este órgano tras la elección del nuevo presidente, Pablo Casado, en julio. Según manifestó en Antena 3, donde anunció que acaba su carrera política, Villalobos dijo que su marcha es “lo normal. Yo perdí un congreso y alguien tenía que ser la figura de los que han perdido y soy yo, pues no me importa para nada”, afirmó, antes de reconocer decir que, a partir de ahora, se quita “el escudo del PP”.

La política popular recordó que ha tenido muchas diferencias con su partido, como sobre el aborto, los matrimonios gays, o el divorcio, y destacó que, aunque a los sucesivos presidentes del PP no les hayan gustado sus posiciones, siempre la mantenían. De hecho, en 2005 votó a favor de la ley que regula los matrimonios homosexuales y en 2013 se ausentó del Congreso para no votar contra la ampliación del aborto. En todo caso, aseguró que no se siente “apartada” por la nueva dirección de Casado, a quien reconoció que “tiene todo el derecho” a tener su criterio porque ganó el congreso del PP.

Villalobos (Málaga, 1949) fue ministra de Sanidad en el Gobierno de José María Aznar entre 2000 y 2002 y alcaldesa de su ciudad natal desde 1995 hasta 1999, tras dejar su escaño como eurodiputada en el Parlamento europeo. Resultó elegida por primera vez como diputada en el Congreso, por AP en 1986, y fue vicepresidenta primera de la Cámara baja hasta 2016, además de formar parte de la Diputación Permanente hasta agosto del año pasado.

Durante su trayectoria ha protagonizados innumerables polémicas. Siendo ministra de Sanidad, tuvo que enfrentarse al problema de las vacas locas. Ante un preocupante problema de salud pública, la máxima responsable del Gobierno en ese asunto aseguró: “Las amas de casa no tienen que hacer un caldo con huesos de vaca, que además ya no se venden, y si los tienen en la nevera, que los tiren. Se puede hacer el caldo con huesos de cerdo”.

En 2015, en pleno debate del Estado de la Nación, con ella como la vicepresidenta del Congreso y, mientras Mariano Rajoy estaba en el uso de la palabra, las cámaras se fijaron en un detalle: Villalobos se divertía con su iPad. Aunque en realidad jugaba al Frozen se pensó que era el Candy Crush y así quedó para la posteridad. El bochorno no hizo mella en ella y hace unos meses volvió a ser pillada comprando ropa. Otro de los momentos más recordados es el de Villalobos gritando malhumorada a su chofer. “¡Manolo! ¡Vamos, coño!”, “¡Joder!”; “¡No son más tontos porque no se entrenan!”, vociferaba. En enero de 2018, ya había sido cazada echando una cabezadita en su escaño, volvió a dar que hablar al decir que “hay ya un número importante de pensionistas que llevan más tiempo cobrando la pensión que trabajando”.