pamplona - El espionaje policial a Luis Bárcenas para favorecer al PP, entonces en el Gobierno, ha llevado a los investigadores hasta el corazón de la brigada política que funcionó en el Ministerio del Interior durante la primera legislatura de Mariano Rajoy. Después de que fuera imputado su máximo responsable, el comisario Eugenio Pino, ha llegado el turno de sus dos lugartenientes, los inspectores jefe José Ángel Fuentes Gago y Bonifacio Díaz Sevillano, así como del que fuera jefe de la Unidad de Asuntos Internos, Marcelino Martín-Blas. El juez ha decidido citar a los tres mandos en calidad de investigados en la pieza secreta de la operación Kitchen. Las citaciones de Martín-Blas, Fuentes Gago y Díaz Sevillano se han acordado tras las declaraciones como investigados del propio Pino, Villarejo, Enrique García Castaño y el policía asesor de María Dolores de Cospedal, Andrés Gómez Gordo. Todos ellos como protagonistas del espionaje a Luis Bárcenas a través del pago de fondos reservados al que fuera chófer de la familia. El juez ha citado a Miguel Ángel Bayo, el hombre del maletín que recogía y entregaba los fondos reservados de la Policía.

La consecuencia de la decisión del juez Manuel García Castellón supone que toda la primera línea de la policía política que actuó en Interior entre 2012 y 2016 ya está siendo investigada en el caso. En la cúspide, el comisario Pino, el policía que el PP eligió para dirigir la Policía cuando Rajoy llegó a Moncloa. Eugenio Pino era, como el nuevo investigado Martín-Blas, un policía de la confianza de Génova.

La defensa de Villarejo va a solicitar al Juzgado de lo Penal número 48 de Madrid que llame a declarar como testigo a la examiga del rey emérito, Corinna Larsen, en el juicio aún por señalar en el que se le acusa de calumniar al director General del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Felix Sanz Roldán. El objetivo es que Corinna testifique ante el juez que recibió amenazas de Sanz Roldán. - D.N.