Londres - La primera ministra británica, Theresa May, volvió a pedir ayer miércoles apoyo a su acuerdo de brexit en la Cámara de los Comunes a fin de que el Reino Unido pueda marcharse de la Unión Europea en la fecha prevista del 29 de marzo. En su comparecencia semanal ante los diputados, la líder conservadora reiteró su oposición a retrasar la salida del bloque, como demandan algunos parlamentarios, y sostuvo que el Legislativo “debe cumplir” el mandato del referéndum de 2016, en el que un 52% frente al 48% de los británicos respaldó la ruptura.

Preguntada una vez más sobre el futuro de los ciudadanos comunitarios en el Reino Unido, recordó que su Gobierno se ha comprometido a respetar sus derechos incluso en el caso de una salida de la UE sin pacto.

A 23 días del brexit, el Gobierno sigue negociando con la UE a fin de obtener cambios en la polémica cláusula de seguridad para evitar una frontera en la isla de Irlanda que permitan que el acuerdo de salida sea aprobado en los Comunes. Para recabar apoyos entre los euroescépticos en sus propias filas, May quiere lograr garantías legales de que esta salvaguarda, que se aplicaría en ausencia de un pacto comercial bilateral al fin del periodo de transición (entre 2020 y 2022), no será permanente. Aunque la primera ministra no aludió a las negociaciones, la Comisión Europea reconoció ayer en Bruselas que las conversaciones con el Reino Unido están siendo difíciles y que todavía no se ha hallado una solución.

El negociador jefe comunitario, Michel Barnier, se reunió el martes con el ministro para el brexit, Stephen Barclay, y el abogado del Estado británico, Geoffrey Cox, quienes se han limitado a decir que el intercambio fue “constructivo” y “robusto”.

En un intento de recabar votos también entre la oposición laborista, May prometió ayer además que, una vez el país esté fuera de la UE, el Parlamento podrá votar sobre las directivas laborales que adopte en el futuro el bloque -en lugar de que, como ahora, se incorporen automáticamente a la legislación nacional-.

Sin embargo, la oposición y los sindicatos consideran la propuesta insuficiente y alertan de que este país podría quedarse atrás en materia de derechos laborales respecto a los miembros de la UE.

12 de marzo May aspira a someter un tratado del brexit revisado a votación en los Comunes el próximo 12 de marzo, y, si esto no es posible, los diputados podrán pronunciarse en días sucesivos sobre si quieren una salida sin pacto o retrasar la fecha del divorcio. Mientras, los ministros de Empresas, Greg Clark, y Comercio Internacional, Liam Fox, confirmaron ayer que el Gobierno prepara una nueva política arancelaria, con la liberalización de varios sectores económicos, para el caso de que el país deje la UE sin pacto.

Clark reveló estos preparativos después de que el canal Sky News asegurara que el Ejecutivo planea recortes de hasta un 90% en las tarifas a la importación de ciertos productos, para evitar un fuerte incremento de los precios y demostrar que la economía del Reino Unido está “abierta” para los negocios.

registrar a los comunitarios

“Vergüenza”. El Partido Nacionalista Escocés (SNP) criticó ayer el registro de ciudadanos comunitarios que viven en el Reino Unido y habló del caso de la anciana danesa Tove Macdonald que reside en Escocia y que debe inscribirse para poder permanecer en el país después del brexit. Durante la sesión de preguntas a la primera ministra británica, la conservadora Theresa May, el líder del SNP en la Cámara de los Comunes, Ian Blackford calificó como “una vergüenza” que europeos como Tove que se han casado en Escocia, tienen hijos y nietos y “han construido su vida” en este territorio tengan que hacer un trámite de este tipo. - Efe