pamplona - La Fiscalía mantuvo ayer su petición de 50 años de cárcel para el etarra Gorka Lupiáñez, ya condenado a 11 años de prisión, por haber secuestrado a una familia en la zona de Las Landas (Francia), en agosto de 2007, para robarle la autocaravana que ocupaban y que después fue empleada en un atentado en Castellón.

En su informe final, Perals expuso que existen pruebas de ADN y huellas dactilares que vinculan al acusado con la casa donde estuvo secuestrada la familia española y con el coche usado en el secuestro. Esta acción, para la Fiscalía es constitutiva de los delitos de detención ilegal, robo con intimidación y tenencia o depósito de explosivos y, además de la pena de cárcel, reclama una indemnización de 41.206 euros a sus víctimas.

En la vista, el acusado negó cualquier relación con el secuestro y explicó que mantuvo una cita con los miembros de ETA Aitzol Iriondo y Oihan Barandalla el 17 de agosto de 2007 para retomar el contacto. - D.N.