Bruselas - Theresa May, primera ministra británica, encara una nueva semana en el brexit cerca de su desahucio político y asediada desde el lado de los remainers y de su propio partido político, que siguen siendo su pesadilla. Todo ello tras un sábado en el que cerca de un millón de personas salieron a la calle en Londres para pedir que el Artículo 50 sea revocado.

Poca es la certidumbre en torno al brexit. A tres días de la fecha establecida para la salida del Reino Unido de la Unión Europea todos los escenarios siguen abiertos: un brexit blando, una salida sin acuerdo, una prórroga larga que implique la participación de Londres en las elecciones europeas y hasta una retirada del brexit.

Lo que sí se sabe es que la isla no abandonará el bloque comunitario el próximo 29 de marzo. Tras meses de idas y venidas, de votaciones frustradas y de negociaciones con Bruselas desmanteladas en el Parlamento británico, cada vez son más las voces que piden la celebración de un segundo referéndum y la mayor implicación de la ciudadanía en una decisión crucial para el presente y futuro del país.

Este fin de semana, cientos de miles de personas -un millón según los organizadores- recorrieron las calles londinenses para pedir un segundo referéndum sobre el brexit. Era, según cuentan los testigos, una de las marchas más importantes de los últimos años en el país que asemejaban la afluencia a las protestas del No a la guerra en los albores de la invasión de Irak en 2003.

Tras escuchar a la calle, May se dio cita con los principales apoyos de un brexit duro dentro de su partido viendo cada vez más difícil que su Acuerdo de Salida pase el filtro del Parlamento. Para ello se reunió en el edificio de Checkers, conocido por haber albergado importantes reuniones sobre el brexit. Entre los invitados estaban Boris Johnson, uno de los grandes azotes del plan de May y antiguo ministro de Exteriores, o DominicRess-Mogg, líder del EuropeanResearchGroup (ERG). En ese encuentro de tres horas el único acuerdo al que se llegó es que sigue sin haber una postura común para aprobar el texto, lo que ha disuelto todavía más las posibilidades de la primera ministra de presentar un tercer voto a su acuerdo este martes.

Para muchos la alternativa ya solo pasa por la dimisión de la líder tory y el nombramiento de un nuevo primer ministro. La idea que circula ahora por las portadas de los medios y por algunos de los líderes más a favor del brexit es que la primera ministra anuncie ya mismo su fecha de salida. Ahora mismo podría ser la única manera de ver aprobado su Acuerdo de Salida firmado con Bruselas: que a cambio de aceptar el texto su cabeza sea entregada de cara a la negociación de las relaciones futuras con la UE. Ese partido se considera todavía más importante que el que se está jugando ahora, y el rédito político de la primera ministra en estos momentos está prácticamente agotado.

Todo ello ocurre mientras algunas de las voces que más lo han apoyado la dejan de lado por necesidades del guión. The Sun, el periódico sensacionalista más leído del Reino Unido y un ferviente apoyo de May, ha publicado una brutal portada este lunes con el titular Time’s up, Theresa (Se acabó el tiempo, Theresa). El tabloide afirma apesadumbrado que la única opción de avanzar en el brexit es que May ponga día y hora a su salida. Esa era la idea a finales de la semana pasada, pero según pasaban las horas del fin de semana la opción se iba apagando. Ahora mismo, y con un gabinete de los ministros del Gobierno en la mañana de este lunes que se avecina extremadamente intenso, se desconoce cuándo se votará el acuerdo, o incluso si se votará.

Theresa May, admitió ayer que todavía no cuenta con suficientes apoyos en la Cámara de los Comunes para que sea aprobado su acuerdo, rechazado ya en dos ocasiones.

Por este motivo, la líder conservadora no prevé de momento someter el texto a votación parlamentaria por tercera vez, después de que ya fuera descartado con contundencia el 15 de enero y el 12 de marzo.

modificación en la ley británica La primera ministra adelantó que esta semana la cámara deberá votar una modificación en la ley británica de retirada de la UE para autorizar esa prórroga, y advirtió de que, aunque los parlamentarios se opusieran, prevalecería la legislación comunitaria y este país ya no dejará el bloque el 29 de marzo.

Con los cambios introducidos en la Declaración Política, tras el acuerdo del Consejo Europeo de la semana pasada respaldando los acuerdos a los que llegaron May y Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europeo, en Estrasburgo, se espera que el speaker de la Cámara no impida esa nueva votación.

De momento lo que sí habrá a partir de ahora son votos indicativos: es decir, votaciones en base a enmiendas presentadas por el Gobierno por diferentes diputados en los que el Parlamento opinará sobre cómo debe proceder en este tema. Así, se vuelve a abrir el melón de plantear un segundo referéndum o la salida del Reino Unido con o sin acuerdo.

Pide que renuncie a otra votación

Reunión. El líder de la oposición en el Reino Unido, el laborista Jeremy Corbyn, se reunió ayer con la primera ministra, Theresa May, y le trasladó que debería abandonar su intención de someter por tercera vez a votación el acuerdo del brexit. “Corbyn dejó claro que no hay bases para volver a presentar un a votación”, indicó un portavoz del Partido Laborista en un comunicado tras el encuentro, que duró más de una hora. Ese portavoz laborista sugirió además que May está valorando que el tratado sobre los términos de salida de la Unión Europea (UE) y la declaración política sobre la futura relación bilateral que lo acompaña se sometan a dos votaciones distintas para facilitar su ratificación. - Efe

Preparados. Los equipos de la Comisión han mantenido “amplias discusiones técnicas” con los gobiernos de los Veintisiete sobre la preparación general y en sectores específicos, y efectuaron viajes a las capitales de todos los Estados miembros, que demostraron “un alto nivel de preparación de los Estados miembros para todos los escenarios”, informa Bruselas. En áreas como los servicios de aduanas, fuentes comunitarias señalan que se está preparando la contratación de personal “de forma masiva” en países directamente conectados al Reino Unido: unas 700 personas en Francia, entre 300 y 400 en Bélgica y 900 en Holanda.

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puntos de control. Se han construido veinte nuevos puntos de control en España, Dinamarca, Irlanda, Francia, Bélgica y Holanda para los nuevos controles sanitarios y fitosanitarios que serán necesarios para los productos que crucen la frontera.