pamplona - Un ciudadano mexicano, residente en EEUU, Adrián Hong Chang, lideró el grupo de 10 personas que asaltó la embajada de Corea del Norte en Madrid el pasado 22 de febrero y 5 días después contactó con el FBI en Nueva York para facilitar el material audiovisual que supuestamente había obtenido. Este es el relato de los hechos que recoge la causa abierta por el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata, que ayer levantó el secreto de esta investigación en un auto en el que apunta a la comisión de delitos de allanamiento de morada, detenciones ilegales, lesiones, falsificación documental, amenazas y robo, cometidos por organización criminal. El juez pide a EEUU la extradición de los asaltantes a la embajada de Corea del Norte.

Tras el asalto, en el que también han sido identificados como responsables el ciudadano estadounidense Sam Ryu y el surcoreano Woo Ran Lee, Hong Chang se desplazó a Lisboa, donde cogió un vuelo que llegó a New Jersey el 23 de febrero, y cuatro días después se trasladó a Nueva York.

Una de las personas retenidas en el asalto pudo saltar desde el primer piso y escapar por una de las salidas, donde fue vista por un ciudadano que solicitó asistencia sanitaria y policial. Al llegar la Policía, los agentes llamaron a la puerta y les abrió el propio Hong Chang, que se había colocado un pin con la cara del presidente de la República Popular de Corea Kim Jong Un. Tras presentarse como un alto representante, les indicó que no había ningún problema y que, si había alguien herido, debían comunicarlo oficialmente al Consulado.

Tras 60 minutos en la sala de reuniones, tres de los asaltantes se llevaron al encargado de Negocios al sótano y allí le incitaron a abandonar Corea del Norte, “identificándose como miembros de una asociación o movimiento de derechos humanos para la liberación de Corea del Norte”. Cuando éste les aseguró que no traicionaría a su país y no desertaría, fue de nuevo maniatado y le volvieron a cubrir la cabeza con una bolsa negra.

Mientras retenían a las personas que se encontraban en la Embajada, los asaltantes se apoderaron de un par de pendrives, dos ordenadores, dos discos duros (uno de ellos de almacenamiento de imágenes de seguridad) y un teléfono móvil. - D.N.