pamplona - Javier Esparza, presidente de UPN, ha tenido que rebajar tanto la esencia de su partido para poder pactar con PP y Ciudadanos que, a día de hoy, para UPN la defensa del autogobierno es un detalle, un matiz, del que se puede prescindir si de lo que se trata es de garantizar la supervivencia política del actual proyecto.

Quedó meridianamente claro ayer durante la presentación de Ruth Goñi (Cs) y Sergio Sayas (UPN) como candidatos del frente de derechas formado por UPN, PP y Ciudadanos, hasta tal punto que el partido que un día se dijo regionalista y defensor del régimen foral prestó su propia sede, en la plaza Príncipe de Viana de Pamplona, para que el partido antiforalista Ciudadanos volviese a cuestionar la “transparencia” del cálculo de la aportación del Convenio Económico, esa trampa dialéctica con la que Ciudadanos intenta edulcorar lo que de verdad piensa: que Navarra tendría que pagar más al Estado por las competencias no transferidas.

“Ciudadanos pide transparencia y un cálculo matemático, no una negociación política. No estamos de acuerdo con que se entre en la Moncloa en una sala debiendo 100 millones y saliendo con un más 20, no estamos de acuerdo”, afirmó Goñi, proyectando esas escenas tan poco inocentes en las que los de Albert Rivera se imaginan habitaciones oscuras, acuerdos secretos y chanchullos para una operación bilateral de la que se dan las cifras en la web del Gobierno de Navarra.

En otro momento -quizá en 2015, cuando Esparza decía que había que proteger Navarra tanto de los nacionalistas como de los centristas- esas palabras igual hubiesen tenido respuesta. Hoy no la tienen. Al contrario. A su lado, un complaciente Sergio Sayas no sólo no matizó nada, sino que además dijo, en respuesta a una pregunta sobre el tema, que en temas de autogobierno no hay “ninguna discrepancia” entre Ciudadanos y UPN, porque tienen firmado un pacto.

el autogobierno, un detalle Lo que pasa es que eso ya no se sostiene, ni siquiera como maniobra desesperada por intentar hacer ver que UPN no ha renunciado a la defensa del autogobierno en este pacto. Sayas ya había sido muy claro cuando dijo que es momento de unir fuerzas y dejar “los detalles de lado”, que en este caso puede entenderse que se refiriese al autogobierno. En su programa para las elecciones de 2016, Ciudadanos abogaba por “recalcular de manera razonable la contribución vasca y navarra a la Hacienda para evitar desigualdades”. Es decir, que Navarra y la CAV pagasen más. Pero es que cualquiera pudo oír, hace dos semanas, al responsable económico de Ciudadanos, Luis Garicano, anunciar que abogarán por suprimir el régimen foral de Navarra cuando se reforme la Constitución. O leer a Francisco de la Torre, responsable del área fiscal del partido, inspector de Hacienda y hasta ahora número dos de Rivera en el Congreso, alegrándose de que el pacto UPN-PP-Cs hará que Navarra pague más al Estado.

Por eso el discurso de Sayas suena impostado cuando afirma que el acuerdo “blinda el Fuero”. Y suena cómico cuando para minimizar el impacto de sus declaraciones rebaja a la condición de militante cualquiera a Garicano y De la Torre. Fue un episodio surrealista al que también se sumó Goñi, que poco menos que desautorizó a Garicano: “Fue una opinión particular”, matizó ayer. Más de un “brillante profesor” que de un “perfil político”, concretó Goñi, que es imposible que pasase por alto que Garicano es el candidato de su partido a las elecciones europeas.

Fue la deriva definitiva de una puesta de largo deslucida fruto de los nervios (de Goñi, casi debutante; pero también de Sayas, al que cuando notó que la rueda de prensa se les estaba yendo se le escapó un gesto con la mano hacia a su compañera como diciendo para, para, no entres a ese trapo), en la que se también se criticó un par de veces al PP -tercera pata de la coalición y socio histórico de UPN en el Congreso- y que puso el broche al esperpento con la candidata al Senado apelando directamente a los periodistas -en plena rueda de prensa, algo pocas veces visto- a que formulen determinadas preguntas a otros partidos.