errenteria - Albert Rivera protagonizó ayer un acto electoral en la plaza de los Fueros de Errenteria en medio de amenazas, caceroladas y petardos. El líder de Ciudadanos, además, durante la hora que duró el acto, desafió con la mirada a quienes desde los balcones le gritaban e insultaban.

La caravana de Cs hizo parada ayer en la localidad guipuzcoana para cargar contra los nacionalismos y censurar la “cobardía” de quienes impiden las opiniones diferentes, pero no son capaces de condenar el terrorismo, acusó Rivera, en medio de un ambiente de mucha tensión.

El acto fue el segundo capítulo de la iniciativa En marcha por la libertad, que en noviembre pasado se celebró en Altsasu (Navarra) para apoyar a la Guardia Civil y defender la españolidad de la comunidad foral, donde el recibimiento fue similar, como recordó Rivera.

Ayer en Errenteria, cientos de manifestantes esperaban a la comitiva de Ciudadanos, apenas unos 200 militantes y simpatizantes, rodeando la plaza y solo un fuerte dispositivo de la Ertzaintza impedía que pudieran acceder al pequeño recinto reservado para el mitin electoral. Incluso hubo cargas policiales contra los manifestantes para despejar la zona y permitir que los asistentes al mitin pudieran abandonar el lugar.

A pesar de que le costaba mucho hacerse oír, Albert Rivera aprovechó para plantear dos novedades incluidas en su programa electoral: una reforma de la ley de víctimas para sancionar penal y administrativamente a los ayuntamientos e instituciones que promuevan o amparen homenajes al terrorismo y cambios en la ley electoral para que la “diáspora” vasca a causa del terror de ETA pueda votar en las elecciones municipales y autonómicas de la CAV.

Lazos amarillos de gran tamaño colgaban de varios edificios de la plaza y también había manifestantes que hacían ondear esteladas mientras no paraban de gritar, aunque hicieron un breve silencio cuando la eurodiputada de UPYD y víctima del terrorismo Maite Pagazaurtundua, se subió al escenario y recordó los años de su infancia en esta localidad que gobierna ahora EH Bildu y donde fueron asesinadas 19 personas. - Efe