pamplona - Los debates electorales a la caza de indecisos y la ambición de los candidatos han reventado el pacto de no agresión de las derechas. La inesperada marcha del expresidente de la Comunidad de Madrid Ángel Garrido a Ciudadanos, apenas 48 horas después de ratificar su cuarta posición en la lista europea de los populares, amargó la sensación de remontada del PP respecto a la formación de Rivera en la batalla por el liderazgo de la derecha.

El PP de Casado había planificado para el día después del segundo debate de la campaña una serie de actos en el territorio que la nueva dirección considera su símbolo: en Andalucía, el PP gobierna gracias a un acuerdo de coalición con Cs y un pacto de investidura con Vox.

Sin embargo, mientras el líder del PP mostraba en Sevilla su satisfacción por cómo le fue el martes el debate, en el que mejoró su actuación del lunes en RTVE, el expresidente de la Comunidad Ángel Garrido comparecía en la sede de Ciudadanos de Madrid para anunciar que será el número 13 de la lista naranja en las elecciones autonómicas del 26 de mayo.

El cambio de bando ha conmocionado al PP porque Garrido ha llevado el fichaje con tanta discreción que ni sus colaboradores habituales estaban al tanto, ni obviamente la plana mayor del partido. En declaraciones a La Sexta, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, reconoció que al ver las primeras informaciones sobre el fichaje llamó por teléfono al expresidente de la Comunidad de Madrid, pero no tuvo tenido respuesta. Garrido ha estado excusándose los últimos días de actos de campaña del PP alegando que estaba enfermo, señalaron fuentes populares. El expopular tenía actos esta semana en Guadalajara o Ávila a los, finalmente, no asistó porque, según dijo, se encontraba indispuesto por problemas de estómago.

Casado se enteró de la traición nada más acabar el primer acto electoral de la jornada. La dirección del PP, según han destacado sus fuentes, considera que este fichaje sorpresa no tiene “relevancia electoral”, pues Garrido ocupaba el puesto cuarto. Pero es precisamente este buen lugar en la lista, a la que aspiraban muchos cargos del partido, el origen del malestar que se apoderó del PP a medida que avanzaba la mañana.

Porque el lunes pasado, hace sólo 48 horas, Garrido firmaba un documento con el que aceptaba y ratificaba que es integrante de la candidatura del PP para el Parlamento europeo; y no hace mucho, según recordó García Egea, escribió en Twitter que Ciudadanos hacía “juego sucio” en la Comunidad de Madrid. El número dos de los populares demandó “coherencia”.

Sin entrar en detalles, el expresidente madrileño, sucesor en el cargo de Cristina Cifuentes, aseguró que deja el PP para fichar por Ciudadanos por “muchas y poderosas razones”, y añadió que en el partido de Albert Rivera tiene ahora mejor acomodo porque representa mejor “el centro liberal y moderado”. Garrido abre un nuevo capítulo en las fugas que vive el PP madrileño hacia Cs y Vox a raíz de la configuración de las listas a la Comunidad y la Alcaldía de Madrid, Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida, respectivamente.

En la formación naranja le han recibido con los brazos abiertos, y no sólo el candidato a la presidencia madrileña, Ignacio Aguado, gestor del fichaje, sino también el líder nacional y aspirante a gobernar el país, Albert Rivera. “Este proyecto ganador sigue sumando gente sin parar”, escribió en Twitter.

Para los populares, el anuncio del fichaje de Garrido un día después del debate tiene que ver justamente con el debate. García Egea incidió en que esta noticia es la “prueba” de que Casado lo ganó, algo que solo el PP defiende.

En el Gobierno regional mostraron su sorpresa por este paso tomado por Garrido, pues, aseguran que no tenían conocimiento de las negociaciones que estaba llevando a cabo el exidirigente. “Nadie sabía nada. Estamos en estado de shock”, recalcaron fuentes en la Puerta del Sol.

Lejos del impacto causado por el nuevo fichaje de Ciudadanos, que se está doctorando en atraer a excargos populares disconformes con la nueva dirección , la resaca del debate se ha mantenido en las cabezas de los candidatos durante la jornada.

El del PP aprovechó la crispación que el martes se produjo cuando tocó hablar de la lucha contra la violencia machista para acusar a Pedro Sánchez de “mentir” y de “usar a las mujeres maltratadas” en la contienda partidista. Según explicó, el candidato socialista exhibió un documento “falso” (una petición de datos de trabajadores contra el maltrato que atribuyó a la Junta a pesar de ser de un ciudadano) con la única finalidad de mejorar su rendimiento electoral.

Sánchez viajó hasta uno de los feudos históricos de su partido, Extremadura, para remarcar que tras los dos debates televisados ha quedado claro, según sus palabras, que el único proyecto “cabal, sensato y moderado” que puede gobernar el país a partir del domingo es el que él representa, el socialista.

campaña viva Los actos de Casado y de Sánchez son la demostración de que la campaña no ha fenecido, algo que con la intensidad de los debates, sobre todo el de Atresmedia, podía parecerlo. Desde ayer hasta el domingo los días serán de tensa espera, esencialmente porque la Ley Electoral prohíbe ya la publicación de encuestas o sondeos electorales y se va un poco a ciegas. Y como se suele decir que la encuesta definitiva es la de las urnas, pues justo ésa es ya la que falta. - D.N.

El Post-it

Revés también en la CAV. UPYD de la CAV ha pedido el voto en las generales para el PP por ser la opción constitucionalista “más fuerte” en Euskadi, aunque la dirección nacional cerró un acuerdo con Ciudadanos. En un comunicado, la formación fundada por Rosa Díez, quien dejó el partido tras pedir su disolución por el fuerte retroceso electoral y el avance de Cs, abogó por fortalecer el constitucionalismo en la CAV y lamentó que en esta comunidad no haya habido un acuerdo como el de Navarra entre UPN, PP y Ciudadanos. La dirección nacional d desautorizó la decisión y avisó de que tomará medidas.