pamplona - Ajena a la desconfianza que recibe desde el cuatripartito sobre sus intenciones y a su histórico entendimiento con la derecha, María Chivite repitió ayer por enésima vez que quiere liderar un gobierno “progresista” tras las elecciones del 26 de mayo.

“Lo que está claro es que el PSN va a ser segunda fuerza política en Navarra y el PSN sale a liderar ese espacio de progreso y de izquierda porque queremos un gobierno progresista y de izquierdas para Navarra”, expuso Chivite, que también comparte el optimismo que transmiten todos los políticos en precampaña.

La dirigente socialista reiteró que mantienen “la línea roja sobre EH Bildu” y volvió a arremeter contra Izquierda-Ezkerra, como lo hizo su partido el pasado viernes. “Si I-E sigue empeñado en acordar con Bildu y no con la izquierda de esta Comunidad, que lo explique a sus electores”, manifestó Chivite, que va restando hipotéticos apoyos que podrían ser imprescindibles para formar una alternativa de gobierno a la derecha.

“Nosotros queremos hacer en Navarra lo mismo que quiere hacer Pedro Sánchez en España, un Gobierno progresista y de izquierdas”, apuntó Chivite, quien ve “muy nerviosa” a Marisa de Simón, “no sé si porque las encuestas le dan que se queda prácticamente fuera del Parlamento”.

En cualquier caso, Chivite se sigue mostrando como si la alianza del cuatripartito no hubiera existido, ni tuviera posibilidades de reeditarse y como si ella no hubiera desarrollado una legislatura de oposición al cambio en los temas más importantes, incluido su rechazo a los cuatro presupuestos aprobados. - J.E.