Dublín - Los partidos norirlandeses iniciaron ayer una ronda de conversaciones para restaurar el Ejecutivo de poder compartido, suspendido desde hace más de dos años, en un clima de renovada urgencia ante el rebrote de la violencia terrorista y la incertidumbre que plantea el brexit en el norte de la isla. Aunque la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) no fue la causante de la caída del Gobierno autónomo de Belfast en enero de 2017, sí ha acentuado desde entonces las divisiones entre el Partido Democrático Unionista (DUP) y el nacionalista Sinn Féin, principales representantes de la comunidad protestante y la católica que mantienen diferencias sobre el asunto de la lengua gaélica, entre otros asuntos como el legado del pasado conflicto en Irlanda del Norte.

La clase política teme ahora que este vacío de poder, unido a las tensiones del brexit, dé impulso a las escisiones republicanas que aún operan en la región para desestabilizar el proceso de paz, como el Nuevo IRA, responsable del asesinato el pasado mes de la periodista Lyra McKee, de 29 años, cuya muerte llevó a los gobiernos británico e irlandés a convocar esta nueva ronda de negociaciones. Además del DUP y el Sinn Féin, también participan en este diálogo el Partido Socialdemócrata y Laborista (SLDP, católico), el Partido Unionista del Ulster (UUP, protestante) y el aconfesional Partido Alianza.

pasados comicios Estas tres formaciones no estuvieron en el Ejecutivo durante la pasada legislatura, pero se espera que su contribución sea más relevante en estas conversaciones, sobre todo la de la Alianza, después de los buenos resultados obtenidos en las elecciones locales celebradas la pasada semana en Irlanda del Norte. El DUP y el Sinn Féin se reafirmaron entonces como los dos grandes partidos y seguirán siendo clave para el éxito de las negociaciones, aunque ambos vieron reducido su número de votos.

Según fuentes oficiales, la jornada servirá para que los cinco partidos establezcan un “contacto inicial” y acuerden el formato que seguirán las conversaciones durante las próximas semanas. Si bien no se ha fijado un tiempo límite, Londres y Dublín indicaron que llevarán a cabo una revisión de los progresos efectuados a finales de este mes. - Javier Aja