PAMPLONA. Vox está convencido de que a partir del 26 de mayo tendrá representación en el Parlamento de Navarra. La extrapolación de los resultados cosechados en las generales por el partido de Abascal en Navarra liderado por Javier Horno, profesor y exmilitante del PP le asegurarían una entrada de mínimo dos escaños (el de Horno e Ixone Sánchez Herrero, la número 2 de la lista al Parlamento) que le permitiría iniciar los trámites legislativos para poner en marcha lo que Vox Navarra ha denominado como sus "medidas estrellas": derogar la zona vascófona de Navarra, hacer que el euskera no puntúe nada en la administración de Salud, derogar el programa de coeducación Skolae, la Ley de Igualdad y la Ley de lugares de Memoria Histórica y desmontar el departamento de Relaciones Ciudadanas e Institucionales. También reforzarían la inspección educativa para que los centros educativos no sean "centros de educación antiespañola". Suprimirán el Parlamento Joven, bajarán los impuestos y terminarán el Canal, prometen.

Son algunas de las medidas que Vox Navarra ha dado a conocer durante estos días de campaña, en los que también están teniendo un perfil bajo. Pero si drásticas son sus propuestas, no lo es menos una dialéctica con la que se asegura que Navarra está "invadida por el nacionalismo" en lo que ha sido cómplice UPN, dicen o que hay que cortar las "ayudas incontroladas" para reducir la carga fiscal y así "no espantar a los empresarios" y controlar "el gasto social", porque se corre el riesgo de caer en el "efecto llamada" de la emigración, algo que Horno consideró hace unos días que "ya está ocurriendo especialmente en la Ribera. Vox tiene algunos enemigos, pero no nos importa porque sabemos que la realidad se impondrá y, pese a la propaganda, Vox tiene muchos amigos", razonó Horno, que aseguró que "hoy votar Vox es voto útil, porque Vox ya tiene la fuerza suficiente para estar en las instituciones navarras". D.N.