Bruselas - La Comisión Europea (CE) celebró el viernes los avances de Google, Twitter y Facebook para luchar contra la desinformación con tintes electorales, pero urgió a esas plataformas digitales “reforzar la integridad de sus servicios”. Las tres firmas tecnológicas han aportado información sobre las iniciativas que están desarrollando para “mejorar el escrutinio de los anuncios políticos”, pero Bruselas espera más. “Los datos suministrados carecen del necesario nivel de detalle para permitir una evaluación independiente y precisa sobre cómo las políticas han contribuido realmente a reducir la difusión de desinformación en la Unión Europea (UE)”, indicó la CE.

Las tres plataformas suscribieron en octubre un “código de conducta” de carácter voluntario para luchar contra la manipulación de contenidos, que la Comisión Europea evalúa mensualmente para, a fin de año, establecer si es suficiente o si es necesaria una regulación obligatoria. La tónica habitual de esas valoraciones pasa por que Bruselas señale ciertos avances de las plataformas y reclame más implicación, como volvió a ocurrir en la relativa a abril.

La principal novedad del informe es que la CE se hace eco de la intención de Microsoft, al igual que Google, Facebook y Twitter, de suscribir el código de conducta de la UE, que el Ejecutivo comunitario quiere extender a más plataformas y anunciantes digitales. La nueva evaluación será la última antes de las elecciones al Parlamento Europeo que se celebrarán entre los días 23 y 26.

apps a las que no afecta Fuentes europeas señalaron que no han detectado injerencias rusas en relación con los comicios a la Eurocámara, si bien “puede pasar cualquier cosa” hasta el escrutinio. En su informe, la Comisión Europea evalúa separadamente cada una de las tres grandes plataformas e indica los progresos y carencias específicos de cada una de ellas. El código de conducta -una de las herramientas para mejorar la seguridad digital- no afecta a aplicaciones de mensajería como WhatsApp o Telegram, que también se utilizan para difundir bulos y cuya problemática es más compleja ya que son mensajes de carácter privado y, a menudo, compartidos por particulares que muerden el anzuelo con sus contactos. - Efe