pamplona - Pedro Sánchez inicia hoy los contactos formales para buscar los apoyos que necesita para su investidura y a un día de verse con los líderes de Podemos, Ciudadanos y el PP el PSOE puso sobre la mesa, como medida de presión, el fantasma de la repetición electoral con el fin de presionar, por un lado a la formación morada para que no se le ocurra oponerse a la investidura y por el otro a PP y a Ciudadanos para que la faciliten con su abstención (bastaría con la de uno de los dos).

Si el jueves el presidente en funciones advertía que no había otra alternativa a su permanencia en la Moncloa, al señalar que “o gobierna el PSOE o gobierna el PSOE”, ayer el secretario de Organización de los socialistas, José Luis Ábalos, ahondaba en la idea. “La alternativa a una investidura viable es la repetición de elecciones; la alternativa a un gobierno socialista es obligar a que los españoles vuelvan a votar, y no les quepa ninguna duda de que las urnas también tienen memoria”, advirtió.

Los socialistas admiten que aún no les salen las cuentas para la investidura y que en la búsqueda de apoyos entre las formaciones pequeñas hay sumas que en realidad restan. El número tres del PSOE ponía un ejemplo: de nada sirve hacerse con dos abstenciones de UPN porque podrían conllevar que el PNV retire su eventual apoyo a la investidura. Y en cualquier caso lanzó un mensaje a los tres partidos que pueden permitir o bloquear la investidura: los votantes “no perdonarán a quienes pongan en solfa la viabilidad de la legislatura”.

amenaza de bloqueo La amenaza de un bloqueo que alargue la formación de Gobierno está sobre la mesa. El hecho de que Sánchez haya priorizado a los grandes partidos en su ronda de contactos es porque considera que las cuatro formaciones mayoritarias son las que están llamadas a garantizar la gobernabilidad de España. Arguyen los socialistas que, aunque sacaran adelante la investidura sumando en una segunda votación más síes que noes, para aprobar leyes orgánicas necesitan una mayoría absoluta de 176 escaños y el PSOE en ningún caso buscará hacer descansar la gobernabilidad del país en las formaciones independentistas, de las que ya no se fía.

Según Ábalos, Sánchez no pedirá directamente a Pablo Casado y Albert Rivera que sus partidos se abstengan, lo que les pedirá es una “reflexión” para ver si “colaboran”. El número tres del PSOE recordó que los socialistas, él incluido, acabaron absteniéndose en 2016 para permitir la investidura de Mariano Rajoy -por esa abstención acabó dimitiendo Pedro Sánchez- para insistir en que “la responsabilidad no es solo de quien gobierna”.

Pero tanto el PP como Cs insistieron ayer en que no apoyarán la investidura de Sánchez ni ayudarán a hacerla posible con su abstención. En el caso de los populares, la dirección tuvo además que responder a voces internas que sí sugerían la abstención, como la de la candidata a presidir la Comunidad de Madrid, Isabel García Ayuso.

Tampoco hizo caso de las advertencias de Ábalos Ciudadanos, que mantiene su decisión de votar en contra de la investidura de Sánchez. En palabras del secretario general de la formación naranja, José Manuel Villegas, no apoyarán al candidato socialista “ni por activa ni por pasiva”. Fuentes de Ciudadanos, además, recalcaron que no se sienten presionados por Sánchez y advirtieron de que si hay repetición electoral, no será por culpa de Ciudadanos.

resta Sánchez acude así a sus encuentros de hoy con Casado y Rivera sin sorpresas y con poca esperanza de encontrar apoyo en las dos formaciones que encabezan la oposición. Pero tampoco parece que vaya a ser fácil la reunión con su socio preferente, porque Podemos insiste en reclamar un Gobierno de coalición y los socialistas, en rechazar ese modelo.

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, volvió a exigir ayer estar en el Ejecutivo. En Podemos subrayan que un Gobierno de coalición daría estabilidad a la legislatura y defienden que cada partido que participe esté representado según su peso en el Congreso. Pero para Ábalos, un Gobierno de esa naturaleza “no añade sino que puede restar”, en el sentido de dificultar la búsqueda de apoyos no solo para la investidura, sino para ir aprobando las medidas que garanticen, en definitiva, la gobernabilidad, pues hay fuerzas políticas que no quieren a Podemos al frente de ministerios.

Los socialistas insisten en gobernar solos y apelar a la geometría variable para ir aprobando sus medidas. “Si sumáramos con Podemos, lo normal sería este tipo de Gobierno que plantea Iglesias, que además lo califica de a la valenciana (en referencia al posible Ejecutivo autonómico de Ximo Puig). Pero eso significa mayoría absoluta. No habría aquí ningún debate pero no es el caso. La fórmula no resuelve la gob ernabilidad ni la investidura”, sentenció Ábalos,

Iglesias será el primero de los líderes en reunirse con Sánchez en el Congreso, hoy por la mañana. Por la tarde les llegará el turno a Rivera y a Pablo Casado. Los contactos con los partidos minoritarios no los llevará a cabo Sánchez, que se apoyará para esta tarea en Adriana Lastra, José Luis Ábalos y Carmen Calvo, números dos, tres y cuatro del PSOE, respectivamente. - D.N.