pamplona - El PSOE elevó ayer la presión sobre Podemos y avisó a la formación que lidera Pablo Iglesias de que sólo habrá una oportunidad para apoyar a Pedro Sánchez. La ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, fue la encargada de enviar el recado al partido morado: “No habrá segunda vuelta” para la investidura de Pedro Sánchez, por lo que defendió que los partidos se tienen que “concentrar” en dejar clara su posición el próximo julio, cuando se ponga fecha a la investidura.

En declaraciones a la prensa tras inaugurar el Congreso Mundial de las Zonas Francas, Montero constató que es “indiscutible” que el gobierno que han preferido los ciudadanos es el del PSOE e insistió en que los partidos políticos “no se confíen y no hablen de primera investidura porque entiendan que va a haber una segunda”.

La ministra también aseguró que es “radicalmente falso” que Ciudadanos sea el socio prioritario de Pedro Sánchez y que, desde el primer momento, el socio prioritario ha sido Unidas Podemos. Montero recordó que el PSOE ha llegado a acuerdos con Unidas Podemos, el más emblemático de los cuales fue la aprobación de unos presupuestos que, finalmente, no pudieron ver la luz, por ello, como ya hiciera el miércoles la portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra, desmintió “rotundamente” que haya ninguna duda respecto “quién y cuáles son las políticas prioritarias para el Gobierno”.

Montero invitó a todas las fuerzas políticas a hacer “reflexión serena” sobre los resultados electorales e insistió en que el PSOE no está pidiendo el voto favorable, sino la “abstención del PP y Ciudadanos”, porque “es de justicia que se respete la voluntad popular”. Para Montero, entre todos, hay que hacer un “esfuerzo de consenso, de diálogo y de entender la pluralidad de España” y abogó por no perder ni un minuto en ponernos a trabajar para afrontar los retos del país.

La investidura fallida de Pedro Sánchez en julio se da por hecho en las filas del PSOE, donde creen que, si se produce, supondrá un coste para él, pero que el coste sería mayor si se dejara transcurrir julio y agosto sin hacer nada, porque la situación se volvería “insostenible”. Así lo reconocen a Efe fuentes socialistas, que consideran que Sánchez puso el miércoles en marcha el proceso de investidura, al difundirse que el 2 de julio se conocerá la fecha de la misma, para repartir la presión con el resto de grupos políticos, en especial con Unidas Podemos. “De esa forma reparte la presión; lo hace para repartir presión y porque a Ciudadanos y Podemos, después de sus últimos resultados, les puede dar vértigo unas nuevas elecciones en dos meses y medio”, argumenta un miembro de la ejecutiva del PSOE.

Algo que ya habría empezado a conseguir, a tenor de la tensión que reflejan las declaraciones de Pablo Iglesias e Irene Montero en las últimas horas. El primero, Iglesias, asegurando que aguantará el pulso hasta septiembre y que entonces Sánchez cederá al gobierno de coalición, y la segunda, Montero, poniendo en boca del presidente que prefiere buscar el apoyo de la derecha, lo cual ha sido negado con rotundidad por la dirección del PSOE.

A Iglesias le contestó la ministra de Hacienda con su aviso sobre la segunda vuelta, aunque pocos dudan de que ese órdago es una medida de presión más para que Iglesias renuncie a su exigencia de entrar en el Consejo de Ministros. “Vamos a septiembre”, apunta uno de los miembros de la ejecutiva del PSOE, que, tras la reunión de Sánchez e Iglesias el pasado 11 de junio, ya pronosticó que no habría acuerdo entre ambos hasta después del verano.

En Ferraz sostienen que la posición inflexible que muestra Iglesias es la manera que éste tiene de intentar recuperar el liderazgo y lamentan que no vea que hay otras formas. “Vamos a elecciones”, asevera con rotundidad una de las personas de confianza de Sánchez, mientras que otra corrobora que éste dijo recientemente en la ejecutiva, “claro y rotundo, que no iba a ceder a lo de los ministerios”.

Miembros de la ejecutiva socialista recuerdan que entre Sánchez e Iglesias hay “mucha desconfianza mutua instalada desde 2016”, además de “falta de química y de empatía”, lo que en su opinión contribuye a que no se den las condiciones para que haya un gobierno de coalición. Aunque tampoco se dan las condiciones para que Sánchez pueda ser investido con la abstención de Ciudadanos, en el PSOE tampoco quieren descartar que eso pudiera ocurrir “con el paso del tiempo”, es decir, en septiembre. No obstante, la vista ahora está puesta en julio y en ver si Podemos es capaz de “votar con Vox y compañía” en contra de un presidente progresista. La sensación de incertidumbre la resume gráficamente un diputado socialista: “Vamos circulando en un tren que no sabemos a dónde nos lleva”. La buena noticia es que el tren aún no ha descarrilado.

El líder del PP, Pablo Casado, uno de los llamados por el PSOE a facilitar la investidura, descartó que haya un debate en el partido sobre una posible abstención e insistió en que no ha podido ser “más generoso” al ofrecer el apoyo de la coalición Navarra Suma para la investidura. Casado reiteró que Sánchez “no pude estar pidiendo al mismo tiempo responsabilidad a los partidos constitucionalistas mientras pacta con Bildu en Navarra y no aclara si va a indultar a quienes han roto la democracia española”, en referencia a los presos catalanes. Aunque las niegue, las discrepancias en el seno del PP existen y no solo por la posición en la investidura sino también por enfrentamientos entre dirigentes del PP. De hecho, Casado se ha visto forzado a posponer la designación de los portavoces parlamentarios. - D.N.

Manuel carmena, exalcaldesa de Madrid, mostró su preocupación por la falta de acuerdo entre PSOE y Unidas Podemos y propuso una mediación.

inés arrimadas “que no maree más la perdiz”

La portavoz de la Ejecutiva de Ciudadanos y portavoz en el Congreso, Inés Arrimadas, pidió al presidente del Gobierno en funciones y líder del PSOE, Pedro Sánchez, que “no maree más la perdiz” y negocie ya la investidura con Unidas Podemos y los partidos nacionalistas. “Que no maree más la perdiz, que ya sabemos todos con quién pacta, con los populistas de Podemos y los nacionalistas. Lo ha hecho en Navarra, en Baleares, en Valencia, en muchos ayuntamientos de Cataluña”, declaradó. “La Cámara no puede estar al servicio de los mareos de Sánchez”, recriminó.