Políglota, europeísta y calificada en algunos medios de su país como Wunderfrau (mujer milagro), esta mujer de 60 años y madre de siete hijos que habla además del alemán y del francés, perfectamente el inglés es la nueva presidenta del Ejecutivo de la Unión Europea. Hija del político cristianodemócrata Ernst Albrech, que fue jefe del gobierno regional de Baja Sajonia, Von der Leyen nació en Bruselas el 8 de octubre de 1958 y vivió en Bélgica hasta 1971, de ahí su dominio del francés.

Entre 1964 y 1971 estudió en la Escuela Europea de la capital comunitaria y siguió cursos de matemáticas, arqueología y economía; en 1978 estuvo en la London School of Economics y posteriormente hizo la carrera de Medicina en Hannover.

Su ingreso en la Unión Cristianodemócrata (CDU) sucedió en 1990, cuando ya era médico asistente en una clínica para mujeres; hizo el doctorado en 1991 y pasó por Stanford, aunque en calidad de invitada y sin haber obtenido ningún título, como precisó tras una queja de esa universidad estadounidense motivada por la difusión de ese detalle curricular.

La carrera política de Von der Leyen comenzó efectivamente en el Land de Baja Sajonia, donde ejerció como ministra de Mujer, familia y Salud antes de pasar al ámbito político federal: fue en la campaña electoral de 2005 como miembro del equipo de la canciller Merkel.

Como ministra de Familia impulsó una pequeña revolución al defender la conciliación de la actividad profesional y la vida familiar de las mujeres.

Sin embargo esta defensa de los derechos de las mujeres no fue bien vista desde ciertos sectores cristianodemócratas, anclados en la visión de una mujer cuya tarea principal es la de cuidar de los hijos en casa y no preocuparse en volver al trabajo lo más rápidamente posible.

Antes de que en la última negociación por los cargos institucionales en la Unión Europea saliera su nombre, ya se le había mencionado como posible presidenta de Alemania y también se le habían atribuido ambiciones de asumir un cargo en el propio Ejecutivo comunitario. Sin embargo ahí se encontró con la resistencia de Merkel, que prefería mantenerla en su equipo de Gobierno; en las dos primeras legislaturas de la canciller, Von der Leyen fue considerada como la ministra estrella del Gobierno e incluso muchos la mencionaban como posible sucesora de su mentora en la Cancillería.

Desde diciembre de 2013 ejercía como responsable de Defensa, una gestión que le ha hecho merecedora de críticas de quienes consideran que las fuerzas armadas alemanas no han recibido precisamente en estos años la atención que deberían merecer con el objetivo de garantizar adecuadamente la defensa del país.