pamplona - PP y Ciudadanos lazaron ayer sus primeros presupuestos gracias al apoyo de su cómplice en varias comunidades autónomas, el partido de ultraderecha Vox. Así, el pleno del Parlamento de Andalucía aprobó ayer el primer Presupuesto no socialista al que se incorporan medio centenar de enmiendas de los cinco grupos políticos, por un valor superior a los 11 millones de euros.

Las cuentas andaluzas son las mayores del Estado y ascienden a 36.495,5 millones de euros, un 5% más respecto al ejercicio anterior, tienen una vigencia de cinco meses, aunque el Gobierno bipartito está trabajando ya en la elaboración de los Presupuestos del 2020, que se ha comprometido a remitir a la Cámara antes del 1 de noviembre.

En materia presupuestaria, de las 52 enmiendas aprobadas, 44 ya se habían incorporado al dictamen de los Presupuestos al haberse aprobado en la Comisión de Hacienda, mientras que las ocho restantes (6 de Adelante Andalucía y 2 del PSOE), por un valor de 7,5 millones, se aceptaron durante el pleno. La cuentas incrementan un 7,9% las partidas de Sanidad (758 millones de euros más); un 3,5% las de políticas educativas (256 millones más) y un 5% las dedicadas a Conciliación, Igualdad y Familias (115 millones de euros más), según el Gobierno.

PP y Ciudadanos han contentado a Vox tal y como prometieron para recibir su apoyo. Así, aceptaron una veintena de enmiendas donde figura la obligación de elaborar planes estratégicos en las consejerías sobre subvenciones para justificar la utilidad pública de las ayudas y con expresa referencia a cómo los diferentes colectivos de beneficiarios aportan valor añadido. También, más dinero para seguridad en los centros de acogida de los menores inmigrantes no acompañados.

En su línea y sabiéndose poderoso, Vox advirtió a PP y Cs de que no va a consentir que sean cobardes y vigilará las cuentas de 2020. - D.N.

nuevo acuerdo en murcia

Aceptar su documento. Vox propuso ayer un documento de investidura que exige a PP y Cs aceptarlo públicamente para dar su apoyo automático a la investidura del popular Fernando López Miras. El acuerdo, estructurado en tres bloques, elimina toda referencia a la revisión de la Ley LGTBI de la Región, tal y como había exigido Vox hasta ahora. En cambio, este documento sí que mantiene otro de los puntos más polémicos, como es la necesidad de que los padres tengan la libertad de elegir la educación de sus hijos y que “no se adoctrine a los niños más allá de las asignaturas curriculares”.