pamplona - Las negociaciones entre PSN, Geroa Bai, Podemos e I-E para formar el próximo Gobierno de Navarra se encuentran en su recta final. Dos meses después de la celebración de las elecciones y con el mes de agosto a la vuelta de la esquina, los grupos que ya alcanzaron un preacuerdo programático el pasado 5 de julio asumen que María Chivite, candidata socialista, podría estar a las puertas de postularse como futura presidenta de Navarra, toda vez que las negociaciones avanzan “con paso firme”.

Así lo asumió ayer Ramón Alzórriz, número dos de Chivite y negociador principal del PSN, que durante el cohete de Tudela admitió que “falta poquito” para cerrar el acuerdo definitivo con los que serán los “futuros socios” de los socialistas, y que la sesión de investidura será “en breve” porque las conversaciones “van bien”, con “paso firme”, y el propio PSN tiene “muchas ganas de cerrar” el acuerdo. Tras una semana de silencio, es lo más lejos que han ido los socialistas en declaraciones públicas. El jueves pasado, PSN, Geroa Bai, Podemos e I-E cancelaban en el último momento una reunión prevista para discutir la conformación final del organigrama y acordaban darse unos días para estudiar las propuestas. En un primer momento, pareció un mal síntoma: como si las negociaciones hubiesen encontrado un obstáculo en el camino, una petición inasumible, una línea roja infranqueable. Pero, en realidad, los grupos simplemente necesitaban más tiempo, y han aprovechado estos días de parón -en los que, además, la investidura de Sánchez ha acaparado todos los focos- para trabajar con menos exposición pública.

optimismo Quizá eso haya permitido avanzar en el organigrama hasta tal punto que Alzórriz está “ilusionado” con poder “cerrar el acuerdo final para hacer un gobierno diferente, con personas diferentes, centrado en la convivencia y en las necesidades de la gente”. Y aunque no quiso hablar de plazos concretos -la fecha de investidura que se barajó hace semanas, para finales de mes, es ya una utopía-, sí que se animó a vaticinar que la investidura pueda hacerse “en breve”.

La misma línea sostuvo Uxue Barkos cuando fue preguntada. La líder de Geroa Bai opinó que las negociaciones “marchan bien” y con la “vocación de llegar a acuerdos pertinentes y dar continuidad al trabajo hecho durante cuatro años”. La idea de Barkos, expresada ayer también desde Tudela, es que el futuro Gobierno “reconozca esa mayoría social y progresista de la comunidad” y se refleje en el Ejecutivo. Y, por último, Marisa de Simón, única parlamentaria de I-E, asumió que está “preparada” para trabajar desde el Parlamento por la izquierda “transformadora”, con la firme intención de que los acuerdos alcanzados el pasado 5 de julio sean finalmente “acuerdos a 30”, en clara alusión a la necesidad de contar con EH Bildu para dar estabilidad a la legislatura. Algo que, por el momento, el PSN no parece dispuesto a hacer, y que podría tener consecuencias en la misma sesión de investidura.