pamplona - El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, no retomará hasta finales de este mes o principios de septiembre las negociaciones, con Unidos Podemos y partidos nacionalistas, para conseguir la formación de un Ejecutivo “progresista” que debe de estar listo “ya, cuanto antes”. Sánchez compareció ante los medios, después de varios días de reuniones con los colectivos sociales en los que no realizó declaraciones públicas, para anunciar cuándo reiniciará los contactos, pendientes tras la investidura fallida de julio y con la fecha límite del 23 de septiembre para un nuevo intento.

Los contactos serán con las fuerzas “susceptibles” de apoyar una investidura de Sánchez: Unidas Podemos, el PNV, las fuerzas independentistas catalanas y el PRC, aunque este último partido ya le ha otorgado su voto afirmativo. No obstante, no se han concretado aún el orden en el que se producirán las reuniones. Tampoco si será Sánchez quien se reunirá con todas ellas o delegará en alguno de los responsables socialistas, como la vicesecretaria general Adriana Lastra, quien fue la encargada de los contactos con los partidos no mayoritarios en la anterior ronda.

“Queremos un Gobierno ya, cuanto antes, que no haya duda de esto”, ha afirmado la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, en la que ha asegurado que Sánchez “coincide absolutamente” con el rey en que no es deseable una repetición electoral. Por eso, instó a todas las fuerzas a “arrimar el hombro” para conseguir este objetivo y consideró una obligación “recuperar la confianza” con Unidas Podemos, después de que Sánchez admitiera el miércoles que existe una “desconfianza recíproca” con el líder de esta formación, Pablo Iglesias. “No se trata de regalarle a Sánchez un Gobierno, sino de darle a España lo que necesita y darle a los españoles lo que han decido” en las urnas, afirmó.

Pero a la hora de concretar las reuniones, ha recurrido a frases hechas como “haremos camino al andar” y “hasta aquí podemos leer”, sin dar más detalles sobre estos encuentros, que podrían empezar por el de Sánchez con el PNV, ya que está anunciado para la semana del 19 de agosto y a Celaá no le consta que se haya cambiado la fecha. Lo que sí quedó claro es que Sánchez pondrá sobre la mesa una “propuesta abierta”, según él mismo dijo; en concreto un programa “común progresista”, que el Gobierno elaborará en las próximas semanas en base a las demandas de los distintos colectivos sociales con los que el presidente en funciones ya se ha reunido y lo seguirá haciendo hasta final de mes.

Desde Unidas Podemos, su secretario de Organización, Pablo Echenique, se limitó a calificar un artículo sobre la “nueva estrategia” del PSOE como un “calco” de la junio, con “ninguna negociación” pero “presencia constante en los medios”. Más contundente fue el cofundador de Podemos, Juan Carlos Monedero, que no tiene ningún cargo en el partido pero ha pedido a Sánchez, en un tuit, que deje de “insultar” a la formación morada y sus votantes.

En similares términos se pronunció Gloria Elizo, vicepresidenta del Congreso y otra de las dirigentes de Podemos más afines a Iglesias, que echó en cara al Gobierno que siga pendiente “una negociación seria”, “más allá de palabras vacías y discursos de distracción. Este país merece un Gobierno sólido y estable”, escribió.

Por su parte, el diputado Pedro Honrubia apuntó que Sánchez y su jefe de gabinete, Iván Redondo, están “cocinando a fuego lento el plato de lentejas que ofrecerán en septiembre a Unidas Podemos y otros socios potenciales para justificar una repetición electoral que ya tienen decidida y culpar de ello a todos los demás”.

En relación con la ronda de contactos, Sánchez constató que es improbable un encuentro con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ya que respondió ayer con un rotundo “Oído, cocina” a las palabras del secretario general de este partido, José Manuel Villegas, quien considera que sería una “pérdida de tiempo”.

Tanto a Rivera como al presidente del PP, Pablo Casado, les advirtió de el presidente del Gobierno en funciones que los ciudadanos “tomarán nota” del comportamiento de los distintos líderes políticos.

Por su parte, el PP acusó a Sánchez de pretender blanquear a los independentistas catalanes, ERC y PDeCAT, por referirse a ellos como “meros nacionalistas” y volvió a advertir sobre la negociación de Sánchez con los independentistas y las “cesiones” que puede hacerles. El vicesecretario de Participación del PP, Jaime de Olano, miembro del núcleo de confianza de Pablo Iglesias, cree que el presidente en funciones se ha “quitado definitivamente la careta” y le instó a aclarar si está dispuesto a hablar de indultos o de referéndum con estos partidos. Olmo acusó al presidente del Gobierno en funciones Pedro Sánchez de pasarse “todo agosto burlando la negociación” con Unidas Podemos para llegar a un acuerdo de investidura, una maniobra dilatoria que tacha de “tomadura de pelo. Es una tomadura de pelo a toda España, que espera que haya Gobierno de una vez”. A su juicio, lo que se debe hacer es “fácil”: retomar el proceso negociador donde se dejó, en la fallida sesión de investidura, cuando PSOE y Unidas Podemos intercambiaban planes para un Gobierno de coalición. - D.N.