barcelona - Barcelona conmemoró este sábado con las organizaciones de víctimas divididas el segundo aniversario del 17-A, en el que, en paralelo a homenajes sobrios y emotivos en memoria de los fallecidos y heridos en Las Ramblas y Cambrils (Tarragona), afloró la polémica política por la gestión de los atentados.

En silencio, solo roto por El Cant dels Ocells, el himno a la paz de Pau Casals, familiares y representantes de las administraciones participaron en el acto institucional, celebrado frente al monumento a las víctimas en Las Ramblas, con la presencia del presidente de la Generalitat, Quim Torra, el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

En el acto, breve, sobrio, emotivo y sin consignas políticas, algunos familiares participaron en la ofrenda floral con camisetas con el lema “exigimos la verdad”, “tenemos derecho a la verdad” y “Nombrarnos y ayudarnos”, mientras algunos de los asistentes blandían una pancarta en la que se podía leer “El Islam condena tajantemente el asesinato de personas inocentes”.

El acto institucional, organizado por el Ayuntamiento de Barcelona y la Unidad de Atención y Valoración de Afectados por el Terrorismo (UAVAT), fue el que reunió una mayor presencia de representantes de las administraciones, además de mandos de los Mossos d’Esquadra, Guardia Civil, Policía Nacional y Guardia Urbana.

Entre los asistentes figuraban el presidente del Senado, Juan Cruz; el del Parlament, Roger Torrent; la delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera; el expresidente de la Generalitat José Montilla, los consellers Pere Aragonès, Meritxell Budó, Miquel Buch y Ester Capella, y representantes de los grupos municipales de Barcelona.

Una hora y media después de este acto oficial, la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas (ACVOT) celebró un acto paralelo, al inicio de las Ramblas, en el que denunció el “olvido” y la “marginalidad” de algunas víctimas y reclamó “memoria, dignidad y justicia”. Con la presencia de dirigentes de PP, Cs y Vox, así como mandos de los Mossos, la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Guardia Urbana, el acto también consistió en una ofrenda floral y contó con la interpretación del Ave María de Schubert. “No debemos olvidarnos de todos aquellos que justifican los atentados y tampoco es de recibo echar culpas a unos y otros porque los únicos culpables son los terroristas”, ha indicado el presidente de la ACVOT, José Vargas, en la lectura de un manifiesto.

Vargas fue muy crítico por la ausencia a su acto del ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, a quien le recriminó que demostraba “muy poca vergüenza y muy poca dignidad” al no acompañarles.

Quienes sí acudieron a este acto paralelo fueron, entre otros, el nuevo presidente de Sociedad Civil Catalana, Fernando Sánchez Costa, y el entonces delegado del Gobierno en Cataluña Enric Millo. La ACVOT es muy crítica con la UAVAT, nacida tras los atentados del 17-A, a la que acusa de “manipular a las víctimas”.

En paralelo a los actos de homenaje, en el segundo aniversario de los atentados volvió a aflorar la polémica política sobre la gestión de los atentados. El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, que estaba al frente del Govern cuando se produjeron los atentados, pidió que se dedique “el mismo esfuerzo” que se destina a “tapar las evidencias de una investigación periodística” sobre la vinculación del imán de Ripoll con el CNI, a permitir que se abra una comisión parlamentaria donde se hable “sin secretos de estado ni materia reservada”.

También en Twitter el presidente Quim Torra lanzó un mensaje de apoyo a las víctimas y recordó la labor de Puigdemont, el entonces conseller Quim Forn -que el viernes denunció que el Gobierno ha optado por el “oscurantismo” con el 17-A- y el mayor Josep Lluis Trapero, actualmente pendiente de juicio por rebelión por el 1-O.

Precisamente, el secretario general del PPC, Daniel Serrano, acusó a Torra de “alimentar una teoría de la conspiración un tanto paranoica” e insistió en que los “únicos responsables” de un atentado terrorista “siempre son los asesinos”.

Por su parte, el secretario general de Units per Avançar y diputado del grupo PSC-Units en el Parlament, Ramon Espadaler, ha rechazado sumarse a “conspiraciones” y ha subrayado que “el único responsable de los atentados en Barcelona y Cambrils de los que ahora se cumplen dos años es el terrorismo yihadista”. - Efe/E.P.