pamplona - La ONG Proactiva Open Arms plantó ayer cara a todos aquellos que han amenazado en estos días a la organización para que deje de salvar vidas en el Mediterráneo. Desde la ONG afirmaron ayer que subsanarán las anomalías detectadas por la Guardia Costera italiana en su buque, motivo por el que permanece bloqueado en un puerto de Sicilia desde el jueves. Estas se limitan a los separadores agua-aceite y las embarcaciones de rescate. Desde la ONG aseguran que, tras arreglarlas, su barco humanitario volverá a zarpar para “proteger vidas en el mar”.

La Guardia Costera italiana informó en un comunicado de que tras una inspección en la embarcación se han encontrado “anomalías graves relacionadas con la seguridad de la navegación, el cumplimiento de la legislación sobre protección del medioambiente marino y la capacitación y familiarización de la tripulación con los procedimientos de emergencia proporcionados a bordo”. Por eso, el barco quedará retenido y no podrá salir del puerto de Porto Empedocle, donde se encuentra, “hasta que se hayan corregido las irregularidades técnicas y operativas detectadas durante la inspección”.

La ONG catalana aseguró en un comunicado que las anomalías detectadas se limitan a los separadores de agua-aceite, los ejercicios realizados y las embarcaciones de rescate, “estas últimas previamente aceptadas por las autoridades marítimas españolas, y serán subsanadas a la mayor brevedad posible en el puerto de Empedocle, mientras siga atracado allí. Tan pronto sean subsanadas y concluyan las diligencias dependientes de la Fiscalía de Agrigento, Open Arms zarpará para continuar con nuestra misión de proteger vidas en el mar”, concluyeron y explicaron que el buque tiene vigentes y en regla todos los certificados requeridos por la Marina mercante española. También tiene renovados todos los certificados anuales desde el pasado mes de mayo, cuando se llevaron a cabo tareas de mejora y todas las comprobaciones relacionadas con la seguridad el buque para su navegación.

a la espera Los migrantes rescatados por el Open Arms continúan esperando en Lampedusa para conocer su futuro y saber dónde serán reubicados en los seis países de la Unión Europea que se ofrecieron a ello. Mientras, el buque Audaz de la Armada española ya está fondeado junto a la isla italiana para recoger a los quince que España se ha comprometido a acoger. El barco militar está “a la espera de recibir instrucciones”, según declaró ayer el capitán de corbeta y comandante de la nave, Emilio Damiá Marqués. “Ahora el buque se encuentra listo para recibir a las personas que tenemos que trasladar a territorio nacional. Estoy a la espera de instrucciones, en contacto directo con mi mando”, señaló. El buque partió el martes de la base de Rota (Cádiz) con la misión de hacerse cargo de las personas rescatadas por el Open Arms y acompañar al barco al puerto de Palma.

La partida de quince de estos migrantes a España es parte del acuerdo de reparto fijado por la Comisión Europea, en el que también participan Alemania, Francia (que se hará cargo de 40), Luxemburgo y Portugal.

Con el Open Arms y el Ocen Viking fuera de juego, el barco Aita Mari de salvamento todavía no tiene fecha de salida, ya que todavía no ha pedido el llamado “despacho de salida” -la comprobación, por parte de la Administración marítima, de que los buques cumplen con la normativa-. La ONG Salvamento Marítimo Humanitario de la CAV, a la que pertenece el barco, informó a la Capitanía Marítima de Pasajes (Gipuzkoa) para informar de las reformas llevadas a cabo destinadas a mejorar la habilitación del buque que zarpará al Mediterráneo para salvar vidas. - D.N.